Madrid - El Pleno del Congreso decidirá mañana si tramita una proposición de ley orgánica del PP con la que se busca modificar el Código Penal y ampliar de los actuales cuatro años hasta los nueve, las penas de cárcel en caso de imprudencia grave frente a los atropellos de ciclistas, considerando entre ellas la omisión de socorro en carretera. La intención de este texto es unificar la valoración de imprudencia grave en un accidente de tráfico porque ahora es el juez de forma individual quien decide si la imprudencia es grave, menos grave o leve, de acuerdo con las circunstancias concurrentes en el hecho.

Así, con el nuevo texto registrado, cualquier conducción que atente contra la integridad de las personas, cometiendo un delito contra la seguridad vial por exceso de velocidad o cuando se hace bajo la influencia de drogas o del alcohol, “siempre” será imprudencia grave y “no cabrá margen de interpretación”. Por otra parte, abre la posibilidad de permitir al juez que pueda elevar la pena por encima del máximo actual en los casos de imprudencias graves con resultado de varias víctimas, de forma que en el supuesto de un conductor que como resultado de un atropello a un grupo de peatones o ciclistas cause varios muertos, pueda imponérsele una pena de hasta nueve años de prisión, frente a la legislación actual que establece una condena máxima de cuatro años de cárcel.

Esta propuesta introduce también la eliminación de la regla por la que con el Código Penal actual, cuando un conductor comete un delito contra la seguridad vial que además produce resultados lesivos o muerte, sólo es castigado por la infracción más grave. Con la reforma, se posibilitaría que todas las infracciones del conductor previas al accidente se puedan sancionar de forma independiente, permitiendo una mayor pena si concurren las circunstancias para hacerlo.

También se introduce el delito de abandono del lugar del accidente cuando hubiera previsiblemente víctimas graves o mortales. Se pena además, el abandono aunque el conductor implicado nada pueda hacer por la víctima que hubiera fallecido y por tanto no pueda socorrerla, al considerar que se trata de una conducta dolosa e independiente del delito imprudente previo. Se sanciona así la maldad intrínseca al abandono de quien sabe que deja atrás a alguien que pudiera estar lesionado o incluso fallecido.

Todos los grupos se han mostrado ya a favor de tramitar esta ley que endurece la pena de cárcel por abandono en carretera tras un atropello. Eso sí, la oposición confía en poder hacer algunas modificaciones en el texto “porque existen carencias en prevención y educación”, indicaron.

“Estoy bastante contenta de culminar mi lucha”. Esas fueron las palabras de Anna González, que perdió a su marido en 2013 tras ser arrollado con su bicicleta y darse a la fuga el conductor y cuya conducta quedo impune al encontrarse la víctima ya fallecida. “El conductor tuvo la buena suerte de que, como consecuencia del golpe, mi marido muriera en el acto porque a un muerto, según la benigna interpretación que hacen algunos tribunales de nuestra ley, no se le puede socorrer”, explicaba sobre su caso Rodríguez en la petición de Change.org que reunió más de 200.000 firmas y que han sido la impulsora de esta modificación legislativa. - E.P./DEIA