SEVILLA. Fuentes de la Policía Nacional han informado a Europa Press de que los agentes encargados del asunto han interrogado ya a varias personas acerca de los acontecimientos, ocurridos el pasado domingo a mediodía, después de que la joven diese a luz a su tercera hija. En paralelo, los investigadores están recabando informes acerca del ascensor en el que ocurrió el accidente, recurriendo para ello a la dirección del hospital Virgen de Valme, a la empresa fabricante de la maquinaria y a la empresa encargada de su mantenimiento, Orona.

HAY QUE ESPERAR Una vez reunida toda la información, según la Policía Nacional, los agentes elaborarán un atestado que será elevado al Juzgado de Instrucción Número uno de Sevilla, que ha abierto diligencias judiciales acerca de la muerte de esta joven de 25 años de edad llamada Rocío Cortés. No obstante, la Policía Nacional ha precisado que dicho atestado no estará listo hasta dentro de "varios días".

Después de dar a luz a su tercera hija mediante una cesárea en el citado hospital sevillano, Rocío Cortés, de 25 años y residente en Dos Hermanas, estaba siendo conducida al área de planta, para lo cual un celador introdujo la camilla en uno de los ascensores del hospital. No obstante, el ascensor habría comenzado a subir en un momento en el que el extremo de la camilla donde reposaba la cabeza de la joven estaba fuera del habitáculo, lo que provocó que la cabeza quedase aprisionada contra las estructuras superiores, al elevarse el ascensor.

El Juzgado de Instrucción número uno de Sevilla investiga ya las circunstancias del accidente merced a la comunicación del mismo por parte del hospital. Mientras el juzgado espera el citado atestado por parte del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, la familia de la joven fallecida ha denunciado tanto al hospital Virgen de Valme, como a la empresa encargada del mantenimiento del ascensor, Orona.

INVESTIGACIÓN ADMINISTRATIVA La Junta de Andalucía, de su lado, ha abierto una investigación interna en torno a las circunstancias del accidente, según la consejera de Salud, Marina Álvarez, quien este pasado domingo protagonizaba una comparecencia pública a cuenta del asunto.

En este marco, la dirección del hospital Virgen de Valme ha defendido que el ascensor donde ocurrió el accidente "había pasado todas las revisiones reglamentarias" y la empresa responsable del mantenimiento, Orona, "realiza revisiones mensuales", la última de ellas el pasado 12 de agosto.

La dirección del centro hospitalario, no obstante, ha solicitado un informe técnico a la empresa de mantenimiento, "para continuar avanzando en el diagnóstico de lo ocurrido y determinar los motivos que han originado el accidente". Los resultados de dichos informes, según la dirección del hospital, serán remitidos a la autoridad judicial. Orona, de su lado, sostiene que el ascensor había sido fabricado por otra empresa, siendo desde 2013 la encargada del mantenimiento de la instalación.

Este ascensor, según Orona, "había pasado sin incidencias la última Inspección Periódica Obligatoria (IPO) en mayo de 2017 a través de un Organismo de Control Autorizado (OCA) independiente", había superado el pasado 12 de agosto el mantenimiento mensual obligatorio y cumplía la reglamentación vigente para mantenerlo en funcionamiento.