Ceuta - La Guardia Civil de Ceuta ha incrementado la vigilancia en las costas al haberse duplicado el número de entradas de inmigrantes a bordo de motos de agua, lo que incluso ha provocado ya un muerto este verano.

Fuentes del instituto armado han explicado a Efe que los pasadores, que forman parte de redes organizadas de tráfico ilegal de personas, están arrojando a los inmigrantes al mar antes de llegar a las playas, con la intención de eludir la acción policial. Esto supone un importante riesgo para la vida de los inmigrantes, ya que muchos de ellos no saben nadar. Esta misma semana los efectivos de la empresa Marsave, dedicada en Ceuta a la vigilancia y socorrismo en las playas, han tenido que lanzarse dos veces al agua para rescatar a cuatro subsaharianos. En el último rescate tuvieron que sacar del agua a una mujer embarazada que había sido dejada a unos 40 metros de la orilla.

La Guardia Civil señala que la prioridad de los pilotos es garantizarse que van a poder darse la vuelta y huir a Marruecos en caso de riesgo, lo que con frecuencia se traduce en que no dejan a sus pasajeros en tierra, sino que les abandonan o arrojan al agua sin preocuparse de si saben nadar.

Este fenómeno se ha intensificado especialmente este año y desde el pasado mes de junio hasta esta semana han sido transportadas en moto de agua hasta Ceuta 40 inmigrantes, principalmente subsaharianos, aunque también había argelinos y asiáticos.

Se da la circunstancia de que estas motos de agua viajan cada vez más cargadas y llegan a transportar hasta dos o tres inmigrantes en un mismo viaje. - Rafael Peña