La masificación de los precios de alojamientos turísticos en Internet es una realidad, sobre todo en lugares como España, donde la ocupación hotelera “está en sus máximos” desde hace dos años; sin embargo, buscar lo más barato online, a veces, “no es lo más aconsejable”. Así lo explica a Efe la experta en Dirección y Gestión de Actividades Turísticas y profesora de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Genma Cascales, quien alerta de la existencia de “muchas páginas web que ofrecen productos inexistentes” y se aprovechan de estas fechas veraniegas, en las que conseguir el mejor alojamiento empieza a ser complicado.

Antes de formalizar la reserva de un alojamiento turístico o un vuelo por internet, conviene contrastar la información publicada en la web con el establecimiento o compañías aéreas para evitar fraudes, indica Cascales por su experiencia en redes sociales, como nuevos canales de ventas en los hoteles en España.

En este contexto, aclara que “internet es una fuente inalcanzable de buscadores, que parece que nos van a ofrecer el mejor precio y la mejor calidad”, pero alerta de que “no siempre es así”. Existen plataformas que son “lugares especiales” que ofrecen al usuario la posibilidad de opinar e intercambiar opiniones respecto a un alojamiento turístico determinado, detalla Cascales, quien imparte el máster en Dirección de Hoteles, Agencias de Comunicación y Marketing Revenue Management en UNIR.

Recalcan que, con independencia de que el usuario encuentre el precio mejor a través de un comparador de alojamientos turísticos, es importante que, antes de hacer una reserva online, visite la web del alojamiento o verifique personalmente que el precio e información visto en estos espacios se ajusta a lo indicado. Según Cascales, resulta “interesante visitar las páginas web de los hoteles porque hay cadenas e, incluso, establecimientos hosteleros que también suelen tener alguna oferta de “último minuto” y pueden ser una opción antes de realizar una reserva. Según sus datos, ha ocurrido más de una vez que un usuario ha reservado un precio “superbarato” en internet y, al llegar al alojamiento, ha comprobado que el precio no es real o que no tiene la reserva confirmada y ha tenido que buscar otro.

Para evitar este tipo de inconvenientes, insiste en que es preciso que, “cuando el usuario encuentre una oferta interesante por internet, antes de formalizar la reserva, hable con el establecimiento concreto para verificar que el precio visto en internet es el correcto y que se corresponde con la realidad y que todo está en orden antes de realizar la reserva”.

‘https’, entorno seguro Otro consejo práctico a la hora de formalizar una reserva online es hacerlo en entornos “seguros”, en especial, en aquellas plataformas o buscadores que tienen las siglas https, que es la versión segura de http, advierte esta especialista. Una plataforma online o página web que no lleva precedido este protocolo seguro, recalca, no ofrece confianza para introducir los datos personales o los de la cuenta bancaria del usuario con la que va a realizar una reserva.

“Es posible -precisa- que en espacios web que no llevan el tipo https haya detrás algún fraude” y, por lo tanto, “es importante fijarse bien en que en la barra de herramientas de la web figura este protocolo seguro”. Para ella, también es importante que el usuario, al hacer una reserva online, no pague todo el importe por adelantado, sino que intente que el cobro del servicio sea directo a la salida del establecimiento. Ocurre, según sus datos, que muchas plataformas cobran en efectivo en el momento de efectuar la reserva y se dan casos de que, cuando el usuario solicita hacer un cambio y que le devuelvan el importe abonado, no se lo permiten porque ya se lo han retirado del número de cuenta que ha facilitado o le generan muchas dificultades para realizarle el reintegro. Por ello, es conveniente que, aunque el usuario tenga que dejar un número de tarjeta como depósito o garantía, “el pago sea al finalizar el servicio, que es como se hace habitualmente en los establecimientos hoteleros”, concluye.