bilbao - Los blanqueamientos dentales, un tratamiento que ya siguen diez de cada cien adultos que acuden al dentista y que ha aumentado un 92% durante mayo y junio, son para el verano. Y es que es en esta época cuando estos procedimientos tienden a dispararse. La obsesión por tener una sonrisa 10 crea una imagen poco realista en la que unos dientes alineados y brillantes lucen un espléndido color blanco. Sin embargo no es oro todo lo que reluce, ni es bueno exhibir una sonrisa tipo blanco nuclear.
Dentistas vascos han alertado del actual uso de los tratamientos de blanqueamiento dental, y advierten del riesgo que tiene para la población utilizar este tipo de productos sin la necesaria supervisión y prescripción del odontólogo. En concreto, lamentan que sea posible adquirir tratamientos para blanquear la dentadura en cualquier tipo de comercio o en centros de estética, incluso con concentraciones de agentes blanqueantes (entre el 0,1% y el 6% de peróxido de hidrógeno) que pueden ocasionar problemas para la salud oral.
El criterio, para los expertos, es claro, primero la salud y luego la estética, dicen, asegurando que el diente pierde luz, brillo y se amarillea por el paso del tiempo. La decoloración puede ser también consecuencia de la dieta diaria. Ciertos alimentos contribuyen a manchar los dientes. Es el caso del té, el vino tinto, el vinagre balsámico, la salsa de soja, el café, los taninos presentes en granadas, arándanos o uvas, y las bebidas de cola. Eso sin hablar del tabaco, uno de sus peores enemigos.
También hay otras causas médicas por las que los dientes pueden cambiar de color. Tras un trauma, el nervio queda afectado con frecuencia y produce el oscurecimiento del diente. Otras causas pueden ser el uso de algunos medicamentos como las tetraciclinas que se recetaban antiguamente como antibiótico.
Lo primero que recomiendan los expertos es huir de las gangas. Y recuerdan que es un tratamiento estético, pero serio. “En el colegio hemos detectado un crecimiento de denuncias en los últimos años y la inmensa mayoría se deben a que el blanqueamiento no se había realizado bajo la supervisión de dentistas”,
En concreto los dentistas guipuzcoanos llegan a advertir de que, entre otras complicaciones, el uso inadecuado de blanqueantes dentales puede provocar quemaduras, alteraciones en las mucosas o sensibilidad dental, por lo que recomiendan que cualquier tratamiento se realice bajo el seguimiento de un dentista. Además, destacan que estos efectos aumentan cuanto mayor es la concentración del agente blanqueante, así como cuanto más frecuente y prolongado en el tiempo sea el tratamiento. En todo caso, subrayan que, si se producen algunas de estas alteraciones, el paciente debe recibir el tratamiento adecuado “a la mayor brevedad”.
Reiteran que los productos blanqueantes “no son inocuos”, por lo que consideran que “solo un profesional cualificado puede administrar su uso debidamente y recomendar una frecuencia y duración adecuada para su aplicación”.
Existen diferentes procesos en la consulta pero suelen pasar generalmente por realizar unos moldes de la dentadura y aplicar un gel. El tratamiento también conlleva la exposición a una luz especial. El procedimiento puede llegar a superar los 400 euros. Eso sin contar que luego también habrá que reponer los empastes que se vean ya que esos no habrán adquirido esa tonalidad más blanca.
Los especialistas avisan también sobre el riesgo de caer en la obsesión de un diente cada vez más blanco, una patología conocida como blancorexia. “El tope de color lo pone el diente, ni el odontólogo ni el paciente”, asegura la doctora Patricia Zubeldia, explicando que el blanqueamiento dental aclara la dentina de dientes vivos, es decir, se trabaja con órganos vivos y existe una respuesta biológica, que varía de una persona a otra. “Los productos elaborados por nosotros mismos para blanquear los dientes que ves en Internet desgastan el esmalte dental, y puede ser peligroso”, detalla.
En la misma línea, el Consejo General de Dentistas de España ha avisado a la población de la absoluta ineficacia de las pastas dentales que anuncian un efecto blanqueante. De hecho, el presidente del Consejo español, Óscar Castro, ha reclamado a la Administración que tome medidas ante esta “publicidad engañosa”. El peligro está en las pastas que contienen productos abrasivos, que pueden llegar a destruir el diente, ya que son altamente agresivos para la encía y las mucosas. Por ello, los dentistas guipuzcoanos también se suman a estas advertencias para que sean tenidas en cuenta por la población a la hora de elegir sus pastas dentífricas.
“La pasta dentífrica blanqueante puede servir como mantenimiento, no es dañina, pero tampoco consigue un blanqueamiento sustancial”, explica Óscar Castro, quien también advierte de los kits que persiguen este efecto. “No todo lo que se vende en farmacia son productos adecuados”, insiste. El abuso de los agentes blanqueadores, es decir de los peróxidos, es muy nocivo para la cavidad oral. “Incluso se han descrito casos de alteraciones del gusto”, detalla el especialista.