Bilbao- Iñigo Urrutia Libarona (Maruri-Jatabe, 1966) es doctor en Derecho y profesor agregado de Derecho Administrativo de la Facultad de Economía y Empresa de la UPV/EHU. Ha estudiado con especial intensidad los derechos de las personas, su protección, garantía y desarrollo y conoce en profundidad las formas de control de la discrecionalidad. Desde el pasado mes de mayo sustituye a Itziar Etxebarria como Aldezle, el Defensor Universitario de la UPV/EHU.
¿Por qué decidió dar el paso de presentarse a Aldezle?
-Hay dos razones que me han impulsado a presentar mi candidatura. Por un lado, llevo años trabajando en derechos fundamentales, es una cuestión que me preocupa personal y académicamente, doy clase sobre Derechos Humanos, sobre minorías, etc. Además, he tenido la oportunidad de estar en cargos de gestión universitaria, he sido vicedecano de Euskera y Alumnado en Sarriko, he sido director de Euskera y Planificación docente en el Campus de Bizkaia, los últimos siete años he estado en la Secretaría del Campus de Bizkaia y he tenido mucha relación con los sindicatos. Todo este bagaje me ha dado la oportunidad de conocer la universidad por dentro para dar un impulso a su mejora.
Dice que conoce a fondo la UPV/EHU, ¿cree que es un terreno en el que se vulneran los derechos?
-En principio tengo una visión positiva de cómo se están haciendo las cosas. En todo caso siempre hay margen de mejora y trataré de impulsarlo. Somos un grupo social complejo, más 40.000 estudiantes, 5.000 docentes, 2.000 personas de administración y servicios y lógicamente se plantean conflictos. El conflicto, a veces, se plantea como una amenaza para la organización, pero también tiene un lado positivo porque un conflicto exige el esfuerzo de aportar soluciones imaginativas y promover cambios. Desde esa perspectiva, la idea de una universidad sin conflicto es un mito porque el conflicto existe. La cosa es ver cuáles son sus raíces y tratar de solucionarlo. La idea clave que está detrás del Aldezle es ir adelante, mejorar la universidad, los sistemas de gestión, las relaciones...
¿Cuál será el sello de su gestión?
-Me interesa mucho actuar en las fases iniciales de un problema. La mediación es una de las funciones más importantes y donde más se puede aportar. La idea es detectar los problemas en su fase más inicial para que no lleguen a enquistarse.
Porque supongo que los tiempos que maneja una institución tan burocratizada como la universidad no actúan precisamente como cortafuegos.
-Eso es, la idea es intuir dónde están los problemas. Estamos diseñando un sistema en el que el Aldezle, prácticamente de oficio, se ofrezca a mediar y mejorar la raíz de los problemas que puedan plantearse. La función del Aldezle sería la de facilitador de un acuerdo, no como una autoridad que impone su acuerdo, sino mediando entre las partes para que ellas acuerden la solución de forma voluntaria. Si consiguiésemos dar un impulso a la detección de los problemas en su fase inicial nos evitaríamos la fase de enquistamiento y juicios que siempre acaban en la imposición de una salida por parte de una autoridad que satisfará posiblemente a una parte pero no da solución real al problema.
Su empeño, por tanto, será mejorar el canal de la mediación.
-Viendo las memorias del Aldezle de otros años he comprobado que se ha hecho un trabajo importante en ese sentido pero creo que se puede mejorar.
¿Cuáles son los tres grandes problemas que afectan a la comunidad universitaria de la UPV/EHU?
-De año en año pueden variar pero así, en general, los principales problemas que afectan al alumnado tienen que ver con calificaciones o acceso a la universidad. En el caso del profesorado puede ser la elección de los grupos de docencia. Y en el caso del Personal de Administración y Servicio tienen que ver con las condiciones laborales y las relaciones entre compañeros.
Siendo una comunidad tan heterogénea, sorprende el bajo número de quejas que ha recibido el Aldezle desde 2011. ¿Esto se debe a que la UPV/EHU funciona genial o simplemente es un problema de visibilidad de la institución?, ¿la gente sabe que existe el Aldezle?
-Creo que el Aldezle es una figura bastante consolidada y que goza del respeto de todos los miembros de la comunidad universitaria. En todo caso, siempre hay margen de mejora y me gustaría movernos más. Voy a estar dos días en Donostia, dos días en Bilbao y si hay que ir a Gasteiz iría un día a la semana.
Entiendo que busca ser más proactivo, poner la venda antes de que se produzca la herida.
-La idea es acercar el Aldezle aún más a la comunidad universitaria y hacer un esfuerzo por facilitar un acceso ágil al servicio, ofreciéndolo de forma proactiva antes de que se produzca un conflicto cuando se intuya que pueda haber algún problema. Asimismo, me gustaría dar a conocer a las facultades y campus las buenas prácticas que se dan en la UPV/EHU, que son muchas. Si encontramos soluciones razonables a los problemas creo que la eficacia puede ser mucho mayor. El otro día leía un informe de la Universidad de Harvard que decía que una buena relación entre compañeros mejora en un 20% la productividad. Entonces creo que la función del Aldezle puede estar orientada a eso, a mejorar el funcionamiento de la institución e intentar de solucionar de forma imaginativa problemas que se puedan plantear.
Su candidatura surgió después de la falta de ratificación de la renovación de Itziar Etxebarria en el cargo por parte del Claustro.
-Sí y la verdad es que tampoco las tenía todas conmigo porque no sabía cómo iba a reaccionar la gente. Pero todo salió bien y espero corresponder a la confianza que han puesto en mí.
¿Qué actitud espera del Rectorado?
-Soy consciente de que en algunas ocasiones mi trabajo no va a ser sencillo, pero confío plenamente en que los órganos universitarios van a ser receptivos a las sugerencias que lleguen desde el servicio del Aldezle porque, al fin y al cabo, de lo que se trata es de mejorar el servicio universitario.
¿Qué herencia le gustaría dejar al final de su mandato?
-Me gustaría socializar más los derechos fundamentales de la comunidad universitaria y hacer pedagogía sobre su importancia en nuestras vidas y como institución. Y por otro lado me gustaría que ayudar a mejorar la gestión de la UPV/EHU. Muchas veces se suele medir la calidad de las universidades por los rankings, pero creo que detrás de todo eso está el alma de la universidad, que la UPV/EHU presta un servicio público que trata de garantizar el derecho a la educación y el derecho al conocimiento en condiciones de igualdad.