gasteiz - La red europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social en Euskadi (EAPN Euskadi) pidió ayer que el Plan de Inclusión 2017-2020 que tramita el Gobierno Vasco no se centre únicamente en la inserción laboral y que ponga el acento en la dignidad de las personas vulnerables, de forma que sean “aceptadas de nuevo” y dejen “de ser apestadas”.
Manuel Moreno y Marta Sáenz comparecieron ayer en la Comisión de Empleo, Políticas Sociales y Juventud del Parlamento Vasco para presentar sus propuestas al citado plan, que actualmente está elaborando el Ejecutivo autonómico. Los representantes de esta red, que agrupa a entidades que trabajan en la lucha contra la pobreza, dijeron que no se sienten “representados” por los planes de inclusión realizados hasta ahora. A su juicio, el “principio fundamental” del documento debe ser la dignidad entendida como respeto a las personas en riesgo de exclusión y a sus decisiones, porque ello les permitirá “sentir seguridad y sentirse valorados y reconocidos por otras personas”.
Para lograrlo, el Plan de Inclusión no debe limitarse a fomentar la empleabilidad de este colectivo porque además algunos “por circunstancias” nunca podrán tener un trabajo. No obstante, sí debe impulsarse su “activación y aportación a la sociedad” de distintas maneras, como por ejemplo a través del voluntariado.
Además de este “cambio de visión” en el plan, Sáenz reclamó revisar las acciones formativas para que “realmente ayuden” a acceder al mercado laboral, impulsar el empoderamiento de las mujeres y habilitar más ordenadores y acceso e Internet en centros públicos, dadas las dificultades de este colectivo para tener acceso a estos servicios y su importancia a la hora de buscar empleo.
Marta Sáenz demandó también que los servicios sociales “recuperen su función preventiva”, ya que ahora se limitan a “paliar” situaciones ya existentes. Sáenz denunció que en ocasiones los usuarios de estos servicios se sienten “como una pelota, lanzados de un sitio a otro” y abogó por la implantación de “protocolos de colaboración estandarizados” entre instituciones y territorios para evitar “la despersonalización en la atención” y favorecer “empatía y paciencia” y “un trato más humano”.
Una relación “más fría” Además lamentó que, ahora que las prestaciones sociales las gestiona Lanbide, los servicios sociales “han perdido el contacto directo” con los usuarios, de manera que “la relación es más fría”.
La integración de las personas en situación de exclusión pasa también por impulsar su acceso a una vivienda. Por ello, Marta Sáenz solicitó que se dé un impulso al alquiler social y más información sobre la ley vasca que garantiza este derecho. Denunció asimismo que en los actuales planes de inclusión no hay medidas para “erradicar el sinhogarismo”.
En el capítulo sanitario la representante de EAPN Euskadi pidió más recursos psicológicos y más traductores en los servicios de atención médica y reclamó que las personas que no tienen Tarjeta Sanitaria puedan también acceder a un médico de cabecera y no solo a urgencias.- Efe/E.P.
Trabajo. El Plan de Inclusión no debe limitarse a fomentar la empleabilidad de las personas vulnerables porque algunas nunca podrán tener un trabajo.
Atención. Implantación de “protocolos de colaboración estandarizados” entre instituciones y territorios para evitar que los usuarios de servicios sociales pasen de una institución a otra.
Vivienda. Impulso del alquiler social y más información sobre la ley vasca que garantiza el derecho a una vivienda.
Sanidad. Que quienes no tienen Tarjeta Sanitaria puedan acceder a un médico de cabecera y no solo a urgencias.