Donostia - “Cuando nosotras hemos llegado a las ocho de la mañana, una hora antes de abrir las oficinas, ya había una cola terrible; teníamos el número 850 y pico y hemos estado esperando cinco horas hasta que nos han cogido a la una menos cuarto y se supone que cerraban a la una del mediodía las oficinas, pero detrás nuestro había un montón de gente todavía”, explicaba ayer a este periódico Leire Unanue, una joven guipuzcoana que ayer viajó con una amiga en coche para apuntarse en las listas del Consorcio de Haurreskolak para acceder a una plaza de sustitución.
Leire, natural de Idiazabal, no está para perder oportunidades y ayer aparcó los apuntes -está preparando la Oferta Pública de Empleo del sábado para obtener una plaza de profesora en la Enseñanza Infantil y Primaria-, y se desplazó desde su pueblo hasta Eibar para poder optar a una de las sustituciones ofertadas por el Consorcio de las Haurreskolak. “El lunes vimos que de repente abrían las listas y decidimos acudir; hemos ido con tiempo y pensábamos que no habría mucha cola, pero ya cuando íbamos de camino nos empezó a llegar información por WhatsApp de las colas que había. Hasta que no hemos llegado no nos lo creíamos. Había gente con sillas, sacos, aquello era un espectáculo y un montón de conocidos”, aseguraba. Según Leire, hubo momentos de tensión y malestar, ya que la falta de información por momentos era total y solo los representantes de diferentes sindicatos ofrecían información a los asistentes. “Al final hemos perdido allí toda la mañana y, teniendo el número 850 y pico, no creo que nos vayan a coger”, se lamentaba. - M. M.