madrid - Miles de taxistas -10.000, según los organizadores, y 6.000, según la Delegación del Gobierno- se manifestaron ayer en Madrid contra la competencia, a su juicio “desleal”, de plataformas como Uber o Cabify en una jornada de protestas que ha despoblado de taxis las calles de las grandes ciudades. Los taxistas, que secundaron de forma mayoritaria paros de doce horas en Madrid (entre las 6 y las 18 horas) y de veinticuatro horas en Barcelona, entregaron a los grupos parlamentarios un documento con sus propuestas.

La marcha de protesta, acentuada por el ruido de las tracas y el sonar de las bocinas, fue calificada de “jornada sin precedentes” por el presidente de la Confederación de Taxistas Autónomos de España, Julio Sanz, que explicó que este camino emprendido por el taxi “no tiene retorno”. Si la Administración no responde, dijo, “vamos a ir a por todas por no tener en cuenta” a un colectivo de más de 100.000 personas.

Sanz pidió “medidas concretas y de aplicación inmediata” y reiteró que la Administración “tiene que posicionarse, o por un servicio público u otro privado en manos de tres o cuatro grandes empresas”. El presidente de la Asociación Gremial de Auto Taxi de Madrid y de la Federación Española del Taxi (Fedetaxi), Miguel Ángel Leal, dijo que el paro “ha sido total” en toda España y calificó de “masivo” el seguimiento de la manifestación.

Durante la marcha, se podían leer pancartas con lemas como “Stop VTC” o “Contra el desamparo del servicio público”. La jornada de protesta despobló las paradas de taxis, lo que se notó, sobre todo, en aeropuertos y estaciones de tren. En Madrid, los taxis desaparecieron de las terminales T-1 y T-2 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. A pesar de la huelga, los taxistas de Madrid sí ofrecieron servicios mínimos para personas con movilidad reducida si eran solicitados por teléfono.

En Barcelona, donde el paro fue de veinticuatro horas, los pasajeros que aterrizaron en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat se vieron obligados a buscar un medio de transporte alternativo, lo que se tradujo en largas colas para comprar billetes de Metro y coger el Aerobús.

El documento que Fedetaxi entregó a los grupos parlamentarios, titulado “Propuestas a favor del Servicio Público del Taxi en España”, recoge un decálogo de peticiones. Los taxistas solicitan la puesta en marcha de una plataforma digital, en línea con las que utilizan Uber o Cabify, pero “a nivel estatal” y “de carácter público”. El objetivo, según Fedetaxi, es reforzar “la calidad y competitividad” de este servicio público para favorecer a los usuarios.

Los taxistas también reclaman planes de ayuda al abandono de la profesión con financiación mixta “público-privada” que compensen económicamente a los taxistas “que aúnen prejubilación y cese en la actividad”.

Uber remitió a sus usuarios un correo en el que defiende su modelo de negocio y les pidió disculpas de antemano por las dificultades que tendrían ayer para conseguir un coche debido a las protestas de los taxistas.

Cabify hizo público un comunicado en el que asegura que respeta el derecho a la huelga de los taxistas pero subraya que intentará operar con normalidad durante todo el día.

Las dos plataformas han insistido en la legalidad de los servicios que prestan. - Efe