bilbao - Desde 2013 la Fiscalía de Menores tramita una media de entre 5.000 y 6.000 denuncias anuales por violencia filio-parental, unos casos que están aumentando “de manera prácticamente exponencial” y que constituyen un grave problema social. En Euskadi se ha constatado que el 10,5% de los jóvenes de entre 13 y 17 años ha agredido psicológicamente -insultos, vejaciones, chantajes, amenazas, etc.- a sus padres más de seis veces durante el último año, y el 3,2% les ha agredido físicamente en más de tres ocasiones.
El porcentaje de hijos que ejercen violencia contra sus padres es, en opinión de Roberto Pereira, “un dato brutal” difícil de abarcar en toda su dimensión, ya que muchos casos no se denuncian y a la Fiscalía de Menores solo llegan los que atañen a chicos y chicas de entre 14 y 18 años. “La violencia filio-parental no tiene límites de edad, y aunque la mayoría de las agresiones las protagonizan jóvenes en la adolescencia también hay casos de niños de 6 y 7 años o de mayores de edad que conviven con sus padres”, explicó ayer Roberto Pereira, médico psiquiatra y vicepresidente de Sevifip (Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filio-Parental). Según Paco Romero, responsable del área legal de Sevifip, “en el año 2005 es cuando se empiezan a poner denuncias por parte de las familias y desde entonces este tipo de violencia va creciendo de forma exponencial: desde 2013 hasta los más recientes informes de la Fiscalía General del Estado estamos hablando de más de 5.000 denuncias al año, lo que representa un porcentaje muy significativo dentro de los procedimientos de la Justicia de menores”.
La definición del problema de la violencia filio-parental, sus causas y las razones del constante aumento de casos, la forma de abordarlos, la intervención en las familias, el tratamiento y la prevención son algunos de los aspectos de este fenómeno que se abordan desde ayer y hasta mañana en la Universidad de Deusto, en el II Congreso Nacional de Sevifip, que se desarrolla bajo el título Comprender, describir, intervenir, evaluar, y cuenta con ponentes como Haim Omer, profesor de Psicología en la Universidad de Tel Aviv y que ha desarrollado el método de Resistencia Pacífica en su aplicación a familias, escuelas y comunidades.
Una “Nueva autoridad” Haim Omer explicó ayer que su método plantea “un concepto nuevo de autoridad adecuado para nuestra generación y cultura”. “La distancia, el control, la obediencia, la jerarquía vertical, los castigos inmediatos son la base de la autoridad tradicional que ahora rechazamos. Pero hemos descubierto que sin autoridad los niños no crecen bien, tienen problemas, no desarrollan una autoestima positiva. Se necesita un nuevo concepto de autoridad que se basa en la presencia decidida de los padres y el autocontrol, porque a una persona con autoridad que demuestra autocontrol y responsabilidad la respetamos. Por otro lado, no hay que establecer una jerarquía vertical, pero la persona con autoridad debe ser respaldada por sus colaboradores, el equipo de profesores o los otros miembros de la familia extensa y la red social cuando hablamos de los padres. Tenemos que crear una red de legitimidad de la persona con autoridad. Y en lugar de en los castigos inmediatos nosotros basamos la nueva autoridad en la persistencia”, detalló Haim Omer.
Según destacó Roberto Pereira, el abordaje de la violencia filio-parental se realiza desde diferentes ámbitos -psicosocial, educativo, sanitario, judicial, policial- por lo que es importante aplicar protocolos para la evaluación de las intervenciones y de los casos. En este sentido, en el congreso se va a presentar un acuerdo con el Consejo General del Poder Judicial para formar a los jueces sobre este tipo de violencia. “También es muy importante -señaló el vicepresidente de Sevifip, la colaboración con la Policía, que “a menudo realiza la primera intervención en estos casos cuando los padres llaman para denunciar”. Pereira criticó que cuando un padre o una madre denuncian que han sido agredidos por su hijo se aplique la ley de violencia de género y se dicten órdenes de alejamiento.
Ana Calvo, de la Fundación Pioneros, apuntó que “los padres afectados por esta violencia deberían aguantar menos y pedir ayuda antes, porque si el problema se cronifica es muy difícil rescatar la relación familiar”. Tanto Calvo como Pereira aconsejan a los padres acudir a los servicios psicosociales o de salud.
Definición. El término violencia filio-parental se utiliza para describir las conductas reiteradas de violencia física, verbal o no verbal dirigidas a los padres o a los adultos que ocupan su lugar.
Datos. Desde el punto de vista judicial, esta violencia de hijos a padres se concreta en unas 5.500 denuncias anuales tramitadas por la Fiscalía de Menores. Las casos que atañen a menores de 14 años o mayores de 18 no figuran en esta relación.
Euskadi. Según un estudio realizado en Euskadi con 2.400 jóvenes de entre 13 y 17 años de diferentes localidades y centros educativos, el 10,5% de estos menores había agredido psicológicamente a sus padres al menos en 6 ocasiones durante el último año y un 3,2% de ellos había ejercido violencia física sobre sus progenitores en tres ocasiones como mínimo.