Sevilla - La Policía está investigando, sobre los desórdenes causados en la pasada Madrugá de Sevilla, si hubo “mensajes de jóvenes en las redes sociales” y si existe conexión “con una preparación premeditada de carreras y provocar pánico”. De momento el juez ha declarado prisión para tres de los ocho detenidos por unos incidentes en los que una persona resultó herida de gravedad. Según las primeras versiones, los disturbios y la estampida de la gente congregada en varias calles sevillanas se originaron cuando un hombre profirió gritos de “Alá es grande” y varios jóvenes produjeron ruidos fuertes al paso de las procesiones.

También se investiga si dos de los ocho detenidos por los disturbios actuaron en dos lugares distintos para causar pánico y originar carreras y avalanchas, según informó ayer el Ayuntamiento de Sevilla. No obstante, los resultados de las investigaciones “siguen apuntando a que se trata de hechos aislados y sin aparente conexión, que se corresponden con vandalismo y gamberrismo”, según el comunicado emitido por el dispositivo especial de Semana Santa, que en su reunión de ayer estuvo presidido por el alcalde Sevilla, Juan Espadas, y el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz.

Ambos responsables valoraron “la coordinación de los distintos servicios y la rápida y eficaz respuesta policial y sanitaria” ante los sucesos de la Madrugá, así como la planificación de la seguridad en las calles.

La Policía investiga igualmente la actuación de un grupo de siete chicas, algunas de ellas menores de edad, que en una de las carreras suscitadas por el pánico “pararon para reírse de quienes corrían con una actitud que agravó una de las situaciones” en la avenida de la Constitución -las siete chicas no están detenidas aunque se han abierto diligencias-.

delincuentes comunes En cuanto a los detenidos, el juez ha declarado prisión para tres de los ocho arrestados, acusados de delitos de desórdenes públicos al portar barras metálicas. Otros cuatro detenidos estaban a la espera de prestar declaración, mientras que ya está en libertad con cargos un ciudadano senegalés acusado de un delito contra los sentimientos religiosos al proferir la frase de “Alá es grande” al paso de la Virgen de la Hermandad de la Macarena. Al parecer este ciudadano se encontraba ebrio.

Fuentes municipales y policiales explicaron que entre los detenidos hay tres delincuentes comunes con antecedentes, uno con numerosas detenciones previas; otro, de nacionalidad senegalesa, que fue puesto en libertad con cargos; y al menos dos menores. Los ocho están acusados de actos de vandalismo y de crear desórdenes, profiriendo amenazas, golpeando el suelo con barras metálicas para hacer ruido o hacer aspavientos para asustar a la concurrencia al paso de las procesiones.

Uno de los heridos a causa de las estampidas y carreras de espectadores fue ingresado en la UCI por un traumatismo craneoencefálico con pronóstico grave, según fuentes municipales. - Efe/E.P.