Bilbao - Los derivados de la sangre están demostrando su gran capacidad en diversas áreas médicas, y mas recientemente en oftalmología. Un colirio elaborado con plasma sanguíneo del propio paciente está permitiendo, por ejemplo, grandes mejoras en el campo visual. “Esta es una línea de investigación que se engloba dentro de lo que es la medicina regenerativa. Es una idea que partió de Eduardo Anitua, que es dentista en Gasteiz, y a partir de su la experiencia adquirida en odontología, pasó a aplicarse en traumatología y lo utiliza por ejemplo el doctor Mikel Sánchez para la regeneración de cartílagos y para mejorar la cicatrización de ciertos procesos traumatológicos. Ahora también se emplea en medicina estética, en inyecciones de botox y en otras infiltraciones subcutáneas para mejorar el envejecimiento celular”, asegura Juan Durán de la Colina, oftalmólogo, director Médico del ICQO y una autoridad en el campo de la córnea.

Y es que el Instituto Clínico Quirúrgico de Bilbao ha sido pionero en el mundo en el uso del plasma en el campo oftalmológico, poniendo al servicio del paciente la experiencia adquirida en esas otras especialidades como la traumatología o la cirugía oral. Se trata de un medicamento que aprovecha los factores de crecimiento provenientes de la sangre del paciente para que puedan actuar en el órgano enfermo, en este caso el ojo. Así se consigue regenerar con los propios mecanismos que tienen el paciente, es decir, utiliza su propia autofarmacia de forma estandarizada.

Pero el efecto curativo de la sangre va mucho más allá. Repara lesiones, alivia los síntomas de la artrosis, dicen que embellece y parece que se convertido en el tratamiento médico más en boga. De hecho, a muchos pacientes con ébola se les suministró un suero elaborado con la sangre de las personas que habían superado esta enfermedad, con la esperanza de que sus anticuerpos pudieran ayudar a sanar a otros. Es lo que ocurrió en el caso de Teresa Romero, quien recibió transfusiones de una misionera ya curada

En ICQO ya son veteranos en la aplicación del plasma enriquecido, aunque no hayan resuelto todas las incógnitas. “Hace más de diez años que lo empezamos a aplicar. Lo tenemos muy ensayado pero todavía no tenemos todas las respuestas. Si tuviéramos más conocimientos podríamos mejorar las indicaciones, la dosificación, o las aplicaciones”, aclara Durán de la Colina.

Su línea principal de investigación en esta materia está enfocada al desarrollo de un colirio rico en factores de crecimiento (plasma rico en plaquetas) para el tratamiento de patologías de la superficie ocular, entre las que destacan el síndrome del ojo seco que no responde a otros tratamientos. Aunque también puede utilizarse en trasplantes de cornea, úlceras, quemaduras, queratitis o en la cirugía del glaucoma.

regeneración De hecho, el colirio desarrollado es el tratamiento más eficaz para abordar diversos problemas y presenta grandes ventajas frente a otras terapias, ya que conlleva una mayor capacidad de regeneración celular, una disminución de la inflamación, una reducción de la formación de cicatrices corneales y una mayor seguridad y comodidad para el paciente. “Una ulcera corneal no solo es una amenaza para el ojo que se puede perder, sino que provoca una gran pérdida de visión. Si logramos cerrar esa úlcera mejorará la visión. Y si esa persona tiene un ojo seco muy grave, mejora el ojo y las calidad visual”, explica el doctor. Además estos colirios pueden llegar a evitar algunas intervenciones quirúrgicas ya que el aportar nutrientes ayuda a reparar las estructuras dañadas.

Sin embargo, es la aplicación en el ojo seco la más importante dado que está considerada como la enfermedad más frecuente de la oftalmología. Se estima que en el Estado español hay más de cuatro millones de personas afectadas por esta enfermedad, que según diversos estudios afecta entre el 10 y el 20% de la población. Cuando esta patología no responde a tratamientos convencionales, provoca una gran alteración en la visión y por tanto merma mucho la calidad de vida del paciente.