Donostia - Los fines de semana y las carreteras interurbanas condensan buena parte de los accidentes de tráfico que se han producidos durante el invierno, según el balance realizado por el Real Club Vasco Navarro (RACVN). En ese análisis se destaca el factor humano, por un lado, y el envejecimiento del parque de automóviles, sumado al deterioro del estado de las carreteras, por otro, como las causas determinantes que explican buena parte de los siniestros con víctimas mortales. Y es en esta lista negra donde cobra relevancia el comienzo de año “fatídico” que se ha registrado en las carreteras guipuzcoanas, con una decena de fallecidos en tres meses. “Los peores datos de los últimos diez años”, sentencian desde el RACVN.

Aunque la tendencia general de los últimos años revela una caída importante en el número de personas que han perdido la vida en la carretera, “esa rápida evolución se ha visto, en cierto modo, frenada”, constatan en el RACVN, por lo que creen necesario que se adopten “nuevas medidas”. Para ello, los expertos del club han analizado las caracteristicas de las incidencias de tráfico entre enero y marzo. De este modo, han llegado a la conclusión de que “los fines de semana condensan buena parte de los accidentes producidos”. El ámbito estatal arroja una media aproximada de entre 6 y 8 muertos.

Del análisis llevado a cabo para explicar por qué se producen estos siniestros, se concluye que la mayoría ocurre en carreteras interurbanas y, dentro de las mismas, en carreteras convencionales y secundarias. Y, aunque no hay una única razón que justifique todos los accidentes, “el factor (error) humano está detrás de la mayoría de los casos”. Se trata de situaciones como las distracciones al volante, imprudencias, consumo de alcohol y drogas, no respetar la señales ni los límites de velocidad, etcétera. No obstante, el envejecimiento del parque de automóviles, que supera los doce años de antigüedad, es otro factor que incide. Según sostiene el RACVN, existe cierta falsa apariencia de seguridad en los coches de los años 90 que se comenzaron a equiparse con elementos de seguridad y confort, pero que por el uso y el paso del tiempo han mermado su nivel de seguridad. También los recortes presupuestarios explican, según el club vasco navarro, que el mantenimiento de las carreteras, señales e infraestructuras sea “mejorable”.