Treinta años después del inicio del primer juicio por Síndrome del Aceite Tóxico, causado por la ingestión de aceite de colza, las víctimas siguen pidiendo reconocimiento público y aseguran que han sido “abandonadas” y olvidadas “a propósito” por el Gobierno, la sociedad y la investigación sanitaria. “Estamos abandonados y a propósito olvidados”, dice a Efe Susana Martín, quien enfermó al consumir aceite de colza cuando tenía 14 años. Desde entonces sufre secuelas pulmonares, ulceración en la piel, y pérdida de fuerza muscular y de visión.
Ayer se cumplieron treinta años de que comenzara el juicio a 38 aceiteros procesados por la Audiencia Nacional, unas sesiones que se prolongaron hasta el 28 de junio de 1988, y cuya sentencia no se dictó hasta el 20 de mayo de 1989.
El tribunal determinó que 330 personas murieron por el Síndrome y estableció unas indemnizaciones de quince millones de pesetas (90.151 euros) para los herederos por persona fallecida y de 150.000 pesetas (901 euros) a 90 millones (540.910 euros) para los afectados, según sus síntomas y grado de invalidez.
Sin embargo, los afectados consideran que, una vez indemnizados, fueron olvidados sin tener en cuenta que muchos no podrían trabajar por las secuelas, ni por tanto cotizar nunca. “El dinero no te quita una enfermedad, ¿cómo seguimos viviendo?”, lamenta Martín. Además, esta afectada señala que como no se investiga esta dolencia médicamente, no saben si se la han podido trasmitir genéticamente a sus hijos. En su caso, tiene una hija de 6 años y vive sin saber si ella en el futuro desarrollará algún mal.
Otra de la afectadas, Pilar Sastre, relata a Efe la dureza de su caso, cuando, de una familia de cinco personas, cuatro enfermaron por el Síndrome del Aceite Tóxico y su madre falleció prematuramente.
“En el transcurso de los años nos han ido abandonando en todos los sentidos, tanto en el ámbito político, como sanitario, como investigación de la enfermedad. Todos nuestros órganos internos están afectados y muchos de los enfermos no han podido trabajar”, manifiesta.
Esta víctima considera una “vergüenza” que todavía no hayan tenido un reconocimiento por parte del Gobierno y que no estén “presentes” en la sociedad. “No estamos ni en los libros de historia”.
Por ello, esta mañana la Plataforma de Víctimas Enfermas por el Síndrome del Aceite Tóxico “Seguimos Viviendo” se ha reunido con representantes políticos de los principales partidos en el Congreso de los Diputados, con el objetivo de no caer en el olvido y trasladarles que las indemnizaciones “no paliaron las carencias y necesidades de justicia moral”.
Ya a comienzos de este mes, el PSOE presentó una propuesta para reactivar el tratamiento que se da a los afectados. Además, también reclaman que se designe un centro, servicio o unidad de referencia de asistencia a estos afectados, puesto que en la actualidad sólo existe una consulta específica en el Hospital 12 de Octubre de Madrid.
“No hace falta dinero, sólo voluntad”, indica la coordinadora de la Plataforma, Carmen Cortés, quien ha sido la encargada de reunirse con los representantes políticos. El PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos les han mostrado su apoyo a la Plataforma, si bien, explica Cortés, no ponen una fecha para empezar la reactivación del tratamiento a los afectados, algo que han criticado, puesto que “no hay tiempo que perder”.
Después de ello, se dirigirán al registro de la Audiencia Nacional para pedir los expedientes médicos de cada uno de los afectados, porque sólo con ellos será posible hacer un seguimiento “exhaustivo” de las secuelas.