bermeo - La reducción de unidades que han registrado las flotas de bajura y altura al fresco durante los últimos años, no ha afectado de igual manera a la flota de atuneros congeladores. Así, en la última década se ha pasado de las 24 unidades censadas en 2006 a las 22 que faenan en la actualidad en aguas del Golfo de Guinea y Océano Índico a la pesca de túnidos tropicales como el listado, rabil y patudo.
Estos barcos pertenecen a empresas armadoras con sede en Bermeo que durante los últimos años han realizado un esfuerzo importante para renovar la flota con la construcción de nuevas y modernas unidades. La mayoría de los alumnos que cursan estudios de puente y máquinas en los centros de Pasaia, Ondarroa y Bermeo tratarán de desarrollar su actividad profesional en buques del sector atunero-congelador, en detrimento de otras flotas como la bajura o altura al fresco. La actividad de estas embarcaciones se ha visto condicionada de manera importante durante los últimos años por la actividad pirata registrada en aguas del Océano Índico. Tras el secuestro del buque Alakrana en octubre del 2009, liberado tras 47 angustiosos días de cautiverio, los armadores bermeanos decidieron contratar agentes de seguridad privada para defender sus barcos y garantizar la actividad pesquera.
En la actualidad, las empresas armadoras mantienen agentes de seguridad a bordo y cuentan con la única ayuda del Gobierno Vasco para sufragar este gasto extra.
Además, para este año 2017 se han reducido las posibilidades de pesca de rabil en un 15% y la OITC, organización que regula la pesquería de túnidos en aguas del Índico, ha establecido una serie de medidas para reducir el número de buques auxiliares y los FAD, dispositivos de agregación de peces. - R. Basaldua