Madrid - El Ayuntamiento de Madrid prohibirá a partir de 2020 aparcar en el estacionamiento regulado de la almendra central de la ciudad (interior de la M-30) a los vehículos “sin distintivo ambiental”, es decir, los más contaminantes, que desde 2025 tendrán limitada la circulación en todo el término municipal.
Esta es una de las 30 medidas contenidas en el Plan de Calidad del Aire de Madrid presentado ayer en el Palacio de Cibeles por la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena, y la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, que incluye, además, reducir a 70 kilómetros por hora la velocidad de circulación en la M-30 y los accesos a la capital desde 2018.
A partir de 2020 sólo podrán aparcar en las zonas reguladas del interior de la M-30 aquellos vehículos que cuenten con un distintivo de la Dirección General de Tráfico (DGT) tipo eco, cero o C.
La limitación a 70 kilómetros por hora (en lugar de los 90 actuales) en los accesos a la capital y la M-30 tiene como objetivo que el tráfico entre la periferia urbana y la metropolitana se canalice por los anillos exteriores de circunvalación de la ciudad, es decir, la M-40 y la M-50, donde la velocidad de circulación será superior.
El plan, pendiente de aprobar en Junta de Gobierno, incluye entre sus 30 medidas la delimitación de un área central Cero Emisiones en el que se eliminará el tráfico de paso e impulsará un nuevo modelo de movilidad que dará prioridad al peatón, a la bicicleta, al transporte público y a los vehículos menos contaminantes.
cero emisiones Además, se rediseñarán las principales calles para reducir “el espacio dedicado al automóvil” y potenciar los carriles bici, el transporte público y el espacio para el peatón.
También se crearán zonas 30 en las que los vehículos no podrán circular a más velocidad que los 30 kilómetros por hora, y se incrementarán de forma progresiva las plazas de aparcamiento subterráneo para los residentes en detrimento de las de rotación.
En cuanto al área Cero Emisiones, que sustituirá a las actuales áreas de prioridad residencial, ocupará todo el distrito de Centro e impedirá la entrada a los no residentes, a excepción de los que se dirijan a los aparcamientos de la zona.
El Ayuntamiento de Madrid tiene el objetivo de renovar su flota municipal de forma progresiva hasta alcanzar el 90% de vehículos limpios en 2030 así como impulsar el desarrollo de planes de movilidad sostenible en empresas.
También habrá ayudas a la adquisición de vehículos eléctricos, nuevos puntos de recarga en la ciudad y se ampliará el servicio de alquiler de bicicletas a “zonas de más demanda”, aunque ni el plan ni los responsables políticos concretan si se llevará el sistema a los barrios de la periferia.
A partir de 2018, el equipo de Gobierno de Manuela Carmena construirá doce nuevos aparcamientos disuasorios (9.570 plazas) con la intención de que se dejen los vehículos para acceder al centro en transporte público, aunque no estarán listos antes de 2018.
Además, el Ayuntamiento de Madrid hará en unos meses una “prueba piloto” en barrios de la M-30 actualmente saturados de coches, entre ellos el de Begoña, para que los no residentes tengan que pagar por aparcar, aunque el sistema no tendrá coste alguno para los vecinos.
proteger la salud La alcaldesa de la capital explica que el Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático ha sido denominado Plan A porque “no puede haber un Plan B” ya que “no podemos vivir con un aire que esté lleno de dióxido de nitrógeno”.
En este punto resalta que ya se han adoptado medidas para disminuir la contaminación, como el protocolo que volvió a activarse el pasado viernes, cuya puesta en marcha “fue difícil” aunque “no imposible” y que, a su entender, la sociedad “ha aceptado”.
Por su parte, la delegada de Medio Ambiente y Movilidad indica que la prioridad del Ayuntamiento de Madrid con este Plan es proteger la salud de los ciudadanos ya que los episodios de contaminación “han dejado de ser anecdóticos”.
Para poner en marcha este Plan, dotado de un presupuesto de 543,9 millones de euros, el Ayuntamiento se pondrá en contacto con el Gobierno y con la Comunidad de Madrid para que “el conjunto de las medidas estén coordinadas”.
El Ayuntamiento de Barcelona decretó la semana pasada que los turismos matriculados antes de 1997 y las furgonetas de antes de 1994 no podrán circular los días laborables por los 40 municipios de la conurbación barcelonesa a partir del 1 de enero de 2019, medida que se avanzará al 1 de diciembre de este año en los días de episodios de contaminación ambiental. - Efe