Vitoria - La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona, afirmó ayer que el dato de asesinatos de mujeres en 2017 “es terrorífico” y aseguró que el principio de año ha sido “negro”. Además, advirtió de que cada vez son más las denuncias de adolescentes de 12, 13 o 15 años de edad, y apostó por incidir en la educación y por alcanzar un pacto de Estado porque toda la sociedad se debe “implicar” en erradicar este tipo de violencia. En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Carmona manifestó que los datos de más de dos asesinatos de mujeres a la semana durante este 2017 “son terroríficos”. “Ha sido el inicio de año más negro que recordamos desde hace bastante tiempo”, indicó.
No obstante, señaló que en el Observatorio, hasta que no termine el año y realice un balance anual “serio y riguroso de las cifras tan terrible”, no puede saber si realmente ha habido un repunte o no. “Desde luego, la cifra de asesinadas es absolutamente intolerable hoy en día en pleno siglo XXI en nuestro país, pero, por desgracia, la violencia de género asola, no sólo a nuestro país, sino a todos los países del mundo”, subrayó.
En este sentido, destacó que la violencia sobre la mujer “es la mayor manifestación de desigualdad y de machismo que existe en todo el mundo”. Ángeles Carmona se mostró favorable a que haya un pacto de Estado para atajar este problema. “El CGPJ y el Observatorio han comparecido ante el Congreso y el Senado para reivindicar una serie de reformas, de propuestas, para colaborar en este pacto de Estado”, apuntó. En este sentido, afirmó que han visto “un clima muy favorable a ponerse de acuerdo todo el mundo e ir todos en la misma dirección, y esto es importantísimo porque lo que queda por hacer es que toda la sociedad se implique en la erradicación de la violencia de género”.
“Nosotros hemos hecho mucho en nuestra legislación y en coordinación. Hemos creado muchísimas instituciones, pero está claro que solo las instituciones no podemos acabar con esta lacra tremenda. Es importantísima la implicación de toda la sociedad, de todo el entorno de la mujer maltratada”, dijo. Carmona explicó que “hay que intentar hacer ver que, con esto, se acaba todos juntos”. “Cualquier persona que conozca a alguien que está sufriendo violencia de género tiene que ayudarla, apoyarla y ponerlo en conocimiento de las autoridades porque la denuncia es la única manera de poner en marcha el mecanismo de protección de la víctima y de sus hijos. Las víctimas no pueden estar solas, tienen que sentirse seguras y acompañadas”, advirtió.
Denuncias de adolescentes La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género manifestó que se ha visto, a través de los estudios que se han realizado y en los juzgados, “que cada vez son más las denuncias presentadas por niñas, porque las adolescentes de 12, 13 y 15 años empiezan a tener relaciones de afectividad cada vez más jóvenes”. Por ello, consideró esencial “insistir muchísimo en educación en los centros educativos, pero también dentro de las familias”. “De nada sirve que a un niño en el colegio le estén inculcando mensajes por la igualdad, por la no discriminación, el respeto y la resolución pacífica de los conflictos, pero, luego, llegue a su casa y no vea estas conductas”, indicó. En esta línea, apostó por hacer campañas de información, “sobre todo a las niñas jóvenes, para que sepan identificar cuáles son los primeros signos del maltrato”, como las actitudes de “control excesivo, de celos, de seguimiento a través de las redes sociales”. “Pueden ser el primer estadio de una violencia de género que cada vez sea más grave y que se desencadene en delitos muchísimo más graves para ella”, dijo.
Solo un 20% de denuncias De hecho, solo un 20% de las víctimas de violencia machista denuncia. No es más que la punta del iceberg, porque bajo el agua queda oculta una cifra negra de maltrato que las fuerzas de seguridad quieren hacer emerger para poder dar protección a esas mujeres que, por una razón u otra, no piden ayuda. Un empeño en el que los cuerpos policiales no pueden estar solos, porque para que el iceberg flote como un corcho, es decir, para que sumergido quede solo el mínimo posible de maltratadas que no denuncian, es necesario que se involucre toda la sociedad.
Desde hace diez años, una aplicación informática única en el mundo, el VioGen, permite seguir de cerca a las mujeres que sí denuncian. A 31 de enero, el sistema recogía 442.541 casos, de los que había activos 51.940. Siete de estos contaban con un nivel de riesgo extremo, 154 alto, 3.913 medio y 19.084 bajo, mientras que en el resto no se apreciaba riesgo alguno en ese momento. En suma, mujeres a las que se hace un seguimiento.
Pero en el Día Internacional de la Mujer y desde el cuartel general del VioGen, al “padre” de esta herramienta de protección, el comisario principal Jorge Zurita, le preocupa el gran bloque de iceberg de maltratadas divididas en tres capas e inmersas todas en un silencio que no rompen por diversas razones.
Luchando para salir a la superficie pero sin fuerza para llegar hasta la comisaría o el cuartel está el grupo de maltratadas, conscientes de que lo son y de que quieren recibir ayuda, pero que no dan el paso no solo por miedo, sino también por romper con una vida afectiva, en la que puede haber dependencia económica e hijos a los que cuidar. - E. Press/Efe