Madrid - El 36% de los científicos en Euskadi son mujeres, un dato que se mantiene prácticamente invariable desde el año 2009. De hecho, en 2012 el número de mujeres científicas en la CAV era de un 35%. En el Estado la media se sitúa en términos similares, en concreto, en un 39%. Estos datos los recoge el informe estadístico Científicas en cifras 2015 sobre la situación de las mujeres en el ámbito de la investigación, que fue presentado ayer por la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela. Ante estos datos, la citada explicó que encontrar una respuesta al porqué de la desigualdad de género en la ciencia es “extremadamente difícil porque, en muchos casos, es la propia mujer la que decide no seguir avanzando”. En este sentido, matizó que “para poder decidir se tienen que tener todos los grados de libertad, y muchas veces los lastres sociales y personales y de entorno impiden tomar esa decisión”.
En cualquier caso, la secretaria de Estado subrayó la necesidad de “poner velocidad al proceso porque los datos dicen que las cosas mejoran pero lo están haciendo de una forma muy lenta”. Entre las causas de que haya mermado el aumento de científicas, Vela apuntó al estancamiento de la inversión. “Lo primero que debe haber para que entren más mujeres en la ciencia, es que haya bastante número de plazas”, sentenció. Por el contrario, el informe refleja que el número de mujeres que se doctoran se iguala al número de hombres, situación que no ocurre en Europa. Además, el 74% de las universidades públicas y el 88% de los organismos públicos de investigación tienen su plan de igualdad de género vigente, lo que ha permitido, según apuntó la secretaria de Estado, que se avance en este sentido.
Entre otras medidas, Vela abogó por procurar que las condiciones de contorno provean a la mujer del mayor grado de libertad; que los tribunales sean paritarios o que en las evaluaciones no haya ningún sesgo por ser mujer, así como adoptar otras medidas que sobrepasan las competencias de dicha Secretaría. “Mientras las mujeres sigan dedicando tres o cuatro veces más al cuidado de la casa que los hombre, es tiempo que no pueden dedicar a su cuidado personal o profesional -señaló-. Es un cambio de la sociedad que hay que abordar desde muchos puntos de vista”.
Por su parte, el porcentaje de investigadoras en universidades y centros públicos de investigación supera el 40%, siendo más baja esta proporción entre el personal investigador en el sector empresarial, donde las mujeres representan un 31% del total. En la carrera investigadora académica, la representación de las mujeres en la categoría de mayor rango continúa siendo baja respecto al estudio anterior, con un 21% de mujeres catedráticas en la universidad pública, porcentaje que se sitúa en la media europea. Respecto a los currículum ciegos, la responsable de Ciencia indicó que esta medida no la han incluido como “buenas prácticas”. “Es mejor práctica que los comités de evaluación estén equilibrados con personas independientes que tengan el tema de género bien bebido”, declaró. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad va a poner en marcha un proyecto piloto con varias empresas para testar si el currículum ciego es efectivo a efectos de selección.
En el caso de los Organismos Públicos de Investigación (OPI), las mujeres representan el 25% del personal investigador de Grado A. La brecha sigue existiendo en los órganos de gobierno de universidades y OPI: solo tres universidades públicas tienen rectoras (las universidades del País Vasco -Nekane Balluerka-, Granada y Barcelona). “La paridad es una buena práctica pero no obligatorias en los equipos rectorales”, recordó Vela.
Científicas en cifras 2015 también analizó las convocatorias estatales de ayudas a la I+D+i, indicando un cambio de patrón observado hasta 2012, según el cual en el conjunto de solicitantes mujeres la relación entre el número de ayudas concedidas sobre las solicitadas era sistemáticamente inferior a la de los hombres, ya fueran convocatorias de recursos humanos o de proyectos. A partir de 2013 las tasas de éxito en el conjunto de ayudas de recursos humanos son iguales para mujeres y hombres, o con diferencias por lo general menores y no siempre a favor de los hombres. - DNA/E.P.
Administración pública. Llega al 46 %; en la enseñanza superior, al 42 %; y al 31 % en el sector empresarial.
Comunidades autónomas. Todas se mueven en los mismos datos, con una representación femenina que ronda el 40%, con dos salvedades: Baleares y La Rioja, donde las investigadoras llegan al 45%. La CAV se sitúa en un 36% y Nafarroa en el 38%
En la universidad. Las mujeres representan un 54% del alumnado, frente al 46% de hombres; la proporción sube en los matriculados a un máster (un 58% de mujeres frente a un 42% de hombres). En las tesis doctorales leídas por mujeres, en 2015 la proporción de hombres y mujeres fue del 50%. Pero el 79% de los cargos de dirección y cátedras de las universidades están ocupados por hombres.