MADRID. El juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, ha ordenado que la presa de ETA Sara Majarenas permanezca 24 horas en el Hospital la Fe de Valencia donde está ingresada desde el pasado 12 de enero su hija de tres años, que fue apuñalada por su propio padre en una vivienda de Benifaió (Valencia).
"Procede ampliar el horario y la estancia de la madre con la menor durante las 24 horas hasta la fecha del alta hospitalaria", ha decretado el magistrado que ya amplió hace unos días las visitas hospitalarias de la reclusa.
En el auto dictado por el magistrado, al que ha tenido acceso Europa Press, se destaca que la decisión está inspirada en un "principio de humanidad" que aconseja permitir a una madre estra el mayor tiempo posible con la niña en interés de ésta.
Recuerda el "estado de vulnerabilidad" de la menor desarrollado a raíz de una agresión violenta que, a su entender, excede de las circunstancias de una enfermedad. El juez ha contado con el visto bueno de la Fiscalía.
Según ha informado fuentes jurídicas, el centro hospitalario ha garantizado que, a pesar de no disponer de unidad penitenciaria, la presa contará con las instalaciones adecuadas para su estancia, acompañadas de la debida vigilancia.
Majarenas solicitó a la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional que dejara en suspenso el cumplimiento de su condena mientras se resolvía la situación de la pequeña, extremo que rechazó la Sala al entender que el asunto queda solventado por la decisión del juez Central de Vigilancia.
HERIDAS GRAVES
Majarenas fue condenada a 13 años y diez meses de prisión por ser miembro del 'comando Levante' de ETA. El padre de la niña, nacionalidad de etíope se personó en el retén de la Policía Local de Benifaió, donde confesó que había matado a su hija si bien luego se comprobó que sufría heridas graves.
En la vivienda encontraron a la niña, de tres años, con heridas de arma blanca en el tórax, que le había producido una perforación de pulmón; en la espalda y en la mano izquierda.
La menor fue trasladada en primer lugar al Hospital de La Ribera, desde donde se la remitió a la UCI Pediátrica de La Fe.
La niña estaba en la prisión Picassent con la madre de lunes a viernes, en un régimen especial que permite que las presas tengan a sus hijos con ellas hasta que cumplan determinada edad, y "algunos fines de semana" se iba con el padre al domicilio de éste.