Madrid - El pleno del Congreso respaldó ayer el real decreto-ley que deja sin efectos académicos temporalmente las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato -también conocidas como reválidas-, aunque los diputados nacionalistas votaron en contra y los de Unidos Podemos se abstuvieron. Asimismo, la Cámara Baja también aprobó ayer, por asentimiento, la creación de la subcomisión parlamentaria que buscará un Pacto de Estado Social y Político para una Ley Básica de Educación. En el debate sobre el real decreto-ley, el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, afirmó que el respaldo parlamentario de la norma sería “un primer paso, pero importante” hacia ese pacto.

El Consejo de Ministros aprobó esta reforma de la Lomce el pasado 9 de diciembre, entró en vigor el día 11 y tenía que ser refrendada posteriormente por el Congreso, como ocurrió ayer. En el último pleno del año, votaron a favor del decreto-ley 252 diputados, 18 en contra y 67 se abstuvieron. Entre los que apoyaron la reforma de retocar la Lomce y dejar temporalmente sin efectos académicos las reválidas figuran Compromís, UPN, Foro y CC, aunque algunos de ellos de manera crítica. Por el contrario, ERC, PNV, PDecat y Bildu argumentaron que no podían apoyar la norma.

“El Gobierno quiere aprovechar este momento para llegar por vez primera a un pacto”, resaltó Méndez de Vigo, que abogó por “prestar atención a toda la comunidad educativa” y luchar por una educación “equitativa e inclusiva”. El objetivo en esta Legislatura, añadió, es lograr “una ley educativa duradera, que no confronte y garantice la igualdad de oportunidades”.

Sandra Moneo, militante del Partido Popular, se felicitó por la convalidación y destacó el cambio de posición de algunos partidos, como el PSOE, pues varió “de un no a una propuesta de pacto y diálogo”. Además, defendió la “cultura de la evaluación” y recuperar un nivel educativo común para todos los alumnos.

José Juan Díaz, del PSOE, declaró que este decreto saca las reválidas del blanco y negro, en alusión a épocas pasadas, pero el cambio debería haber sido hace tres años. Para derogar la Lomce hay que construir otra ley antes, argumentó.

Sin prisa pero sin pausa En el caso de Marta Martín, de Ciudadanos, defendió la convalidación para dar certeza a los alumnos y ponerse a trabajar por el pacto educativo “sin prisa, pero sin pausa”. Asimismo, añadió que el ministro ha sido “justo, inteligente y cumplidor con su palabra”, en alusión al acuerdo de investidura firmado por su partido con el PP.

Por otro lado, Joan Mena, de Unidos Podemos, señaló que la reforma es simplemente “un maquillaje comprado sin rechistar por PSOE y Ciudadanos”. Del mismo modo, también recordó que el “compromiso” de la Cámara era “derogar” la Lomce y argumentó que votar a favor sería “legitimarla”.

“Si tragamos este anzuelo, la Lomce seguirá vigente con todos sus males y sin corregir sus defectos”, enfatizó, por su parte, Joan Olòriz, de ERC. Desde una posición similar, Joseba Agirretxea, del PNV, pidió directamente la derogación de la Lomce porque “no caben modificaciones parciales y mínimas”.

Miriam Nogueras, de PDeCAT, echó en falta un “guiño” hacia Catalunya en relación con los puntos de la Lomce que son un “ataque” a la inmersión lingüística. Y Oskar Matute (Bildu) rechazó contundentemente tanto una Lomce “dura como la versión light”, así como un pacto que supondría “mantenerla”.

Marta Solís, de Compromís, vio en el decreto-ley la posibilidad de un pequeño paso para recuperar la dignidad de la educación, aunque apostó por que la Lomce “pase a la historia”. Asimismo, Ana Oramas, de CC, calificó las “reválidas” de “disparate” e interpretó que el gobierno del PP tiene que cambiar la Lomce, aprobada con “prepotencia”, porque perdió la mayoría absoluta y ha de pactar con otros partidos, como el suyo.

En contraposición, Isidro Martínez Oblanca, de Foro, advirtió contra cargarse “a gorrazos” las cosas que sí funcionan de la Lomce. “Sin un buen profesor, no hay reforma que tenga éxito”, añadió. En una línea similar, Carlos Salvador, de UPN, dijo que un pacto no será tal si se impide a los padres elegir centro y tipo de educación. Igual que el pleno convalidó el decreto-ley, también rechazó por amplia mayoría que fuera tramitado como proyecto legislativo. - Efe

Características distintas. Con la convalidación del real decreto-ley, las evaluaciones finales de cuarto de la ESO y segundo de Bachillerato tendrán unas características distintas a las previstas inicialmente en la Lomce.

Nuevo texto. El nuevo texto fija que las evaluaciones finales de cuarto de la ESO y segundo de Bachillerato no serán necesarias de aprobar para conseguir un título, punto por el que eran más conocidas como reválidas.

ESO. - Será muestral, se limitará a las materias troncales generales del último curso y no tendrá efectos académicos, sino una finalidad meramente diagnóstica.

Bachiller. Se realizará exclusivamente para el alumnado que quiera acceder a estudios universitarios y será similar a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). La prueba deberá ajustarse a las características, fechas y contenido que se establezcan mediante una orden del Ministerio de Educación y se limitará a las materias troncales generales del último curso y a las materias troncales de opción para subir nota.