Valencia - Un estudio desarrollado por investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) propone nuevos criterios en el diseño de las carreteras convencionales, que concentran el 80 % de las muertes en accidente de tráfico en España, para hacer más seguros los adelantamientos. El estudio, galardonado con un premio y que ha sido elaborado durante los últimos ocho años, propone nuevas pautas para el diseño de las zonas de adelantamiento cuya aplicación contribuiría a reducir la siniestralidad en estas vías, según Alfredo García, coordinador del Grupo de Investigación. Según García, existe una tendencia en la última década a restringir o limitar las zonas de adelantamiento, facilitando carriles de adelantamiento que evitan la necesidad de invadir el carril de sentido contrario, reduciendo así la peligrosidad de estas carreteras sin penalizar en exceso la funcionalidad.
Para lograr un nivel alto de seguridad, el estudio señala que hay que garantizar unas distancias de visibilidad disponibles importantes para poder iniciar una zona de adelantamiento, no inferiores a 500 metros y utilizando la velocidad de operación observada o estimada en la zona en lugar del límite de velocidad. Los investigadores concluyen que, aunque las longitudes mínimas de las zonas de adelantamiento que resultan seguras se encuentran entre 210 y 306 metros, el análisis funcional ha demostrado que las zonas más cortas (sobre 250 metros) prácticamente producen los mismos resultados que la total restricción al adelantamiento, con lo que propone no emplear longitudes menores de 300 metros en ningún caso. “Así la seguridad será mayor aún”, destacó.
Para carreteras con intensidad horaria de proyecto por sentido superior a 800 vehículos por hora, se propone la disposición de pocas zonas de adelantamiento, de al menos 500 metros de longitud, uniformemente repartidas. Igualmente, si la intensidad oscila entre los 400 y 800 vehículos por hora, los investigadores apuestan por la disposición de frecuentes zonas de adelantamiento, de al menos 1.000 metros de longitud -las zonas de adelantamiento no deberían ser mayores de 2.000 metros por perder efectividad-. Cuando la circulación por sentido sea inferior a 400 vehículos por hora, el estudio plantea la disposición de pocas zonas de adelantamiento, con longitudes entre 300 y 500 metros, para satisfacer la menor demanda de adelantamiento y aumentar la seguridad reduciendo los adelantamientos y concentrándolos en zonas con longitud segura. - Efe