MADRID. Los niños son los más vulnerables cuando se producen catástrofes y guerras, pero en el caso de los 150 millones de niños y niñas discapacitados que hay en el mundo se encuentran mucho más expuestos y corren un riesgo aún mayor de ser víctimas de todo tipo de abusos, según ha denunciado Plan Internacional con motivo de la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
"La mayoría de niños y niñas con discapacidad son invisibles, excluidos de la educación y de la vida social, y sus voces rara vez son escuchadas o tenidas en cuenta", ha lamentado en declaraciones a Europa Press la directora general de Plan Internacional España, Concha López a Europa Press.
Los niños discapacitados tienen diez veces menos probabilidades de ir a la escuela porque "las familias se avergüenzan de sus hijos y creen que no tienen capacidad de aprendizaje", ha explicado, subrayando que estos niños se enfrentan además a niveles extremadamente altos de violencia.
Según el informe '¡Protegednos!', que publicó la ONG en junio, el 84 por ciento de los niños con discapacidades encuestados habían experimentado alguna forma de violencia en la escuela en la semana anterior. En el caso de las niñas con discapacidad, tenían más probabilidades de sufrir violencia sexual y emocional que las niñas sin ella.
"Las percepciones de la comunidad, la cultura local y las leyes tradicionales son a menudo las causas de la violencia y la discriminación, y esto es particularmente difícil para las niñas, que tienen más probabilidades de sufrir violencia y enfrentarse a múltiples formas de discriminación y exclusión por su género", ha subrayado la directora de Plan Internacional España.
Así las cosas, ha subrayado la importancia de dar protección a los niños con discapacidad y ha aprovechado para hacer un llamamiento "a los gobiernos para que implementen políticas públicas que garanticen los derechos de los niños y niñas con discapacidad y su integración en la sociedad" ya que "cuando no incluimos de forma explícita, estamos excluyendo".
AYUDA EN NEPAL Nepal era ya antes de los devastadores terremotos de 2015, que dejaron cerca de 9.000 muertos, uno de los países más pobres de Asia. Muchos niños quedaron huérfanos, perdieron sus hogares o sus escuelas --el 80 por ciento quedaron destruidas--. En el caso de los niños con discapacidad, se vieron doblemente afectados.
Desde que se produjo la catástrofe, Plan Internacional ha trabajado en la construcción de 20 nuevas escuelas seguras y la reparación de 1.600 aulas, además de en la inclusión y protección infantil para que las escuelas del futuro ofrezcan un espacio seguro de aprendizaje para los niños con discapacidad. En alianza con Handicap Internacional y el Ministerio de Educación de Nepal, la ONG ha impartido formación a los profesores para apoyar a los menores con discapacidad, especialmente durante desastres.
Entre las labores que ha llevado a cabo, además de talleres sobre movilidad y seguridad a jóvenes ciegos, figura la concienciación sobre la importancia de la escolarización de los niños con discapacidad. "Sin acceso a la educación, tienen escasas oportunidades de futuro, pero tampoco pueden relacionarse y socializar con otros niños, lo que les lleva a la exclusión y la marginación", ha subrayado López.
Asimismo, la organización ha distribuido material y equipos para ayudar a niños con discapacidad, como perros guía, bastones, férulas o sillas de ruedas. Para quienes se han beneficiado de esta ayuda, sus vidas han cambiado.
VUELTA A LA ESCUELA Laxmi es una de ellas. A sus 8 años, una discapacidad física en sus piernas le impide andar con normalidad, por lo que sus padres, agricultores de subsistencia, se la llevaban con ellos al campo al no poder ir sola a la escuela. Tras recibir una férula de pie y tobillo, ahora pueda caminar de forma libre e independiente, lo que, además de permitirle ir a clase a diario ha aumentado su confianza.
En el caso de Sudip, padece una discapacidad física e intelectual. Este adolescente de 13 años, que perdió a su padre y a un hermano en el terremoto por el derrumbe de su casa, no podía ir de forma regular a la escuela. Gracias a Plan, que le ofreció una silla de ruedas y le enseñó a manejarla, ahora va al colegio todos los días con el apoyo de su familia y amigos. A Sudip le gusta especialmente el inglés y saca mejores notas que el resto de sus compañeros.
Unisha, de 4 años, también tiene una discapacidad física que afecta su movilidad y no estaba matriculada en la escuela cuando un trabajador de Plan visitó su casa. Tras ello, gracias a la silla de ruedas que consiguió con el apoyo de la ONG, la pequeña tiene más libertad y puede ir al colegio con la ayuda de su familia y compañeros.
La discapacidad física de Kamal, de 7 años, le impide caminar con normalidad. Ahora, gracias a una férula para el tobillo y el pie, ha mejorado su movilidad y consigue caminar con más independencia, lo que le permite ir a clase. Su escuela fue una de las que se derrumbaron con el terremoto, por lo que está siendo reconstruida. Plan Internacional ha trabajado para la inclusión de rampas y agarradores en las clases para los niños con discapacidad.