a coruña - Nueve días después de la desaparición de la joven Diana Quer en la localidad coruñesa de A Pobra, las autoridades policiales intensifican las pesquisas y comienzan a conocerse algunos datos de la investigación que trata de dilucidar lo que le ocurrió a la joven madrileña, que fue vista por última vez en la madrugada del lunes 22 a un kilómetros de la vivienda en la que veraneaba.

La Guardia Civil descarta que se trate de un secuestro a cambio de una recompensa económica, según la información revelada por Juan Carlos, el padre de esta adolescente. Sobre los supuestos testigos que afirman haber visto a Diana a las tres y media de la madrugada y a las siete, horas después de las 02.43 horas, cuando se consideraba que se produjo el último mensaje que la joven envió a un amigo suyo de Madrid, ha aconsejado tener cautela.

El padre explicó ayer que le consta que están produciéndose “avances en la investigación”, pero que no va a hacer “ninguna valoración oficial de esas circunstancias” por el momento. “No tengo elementos de juicio para hacerlo”, añadió ante la insistencia de los medios de comunicación, “simplemente manifestar que están siendo relevantes en el desarrollo y en el avance de las investigaciones”.

Ante las informaciones, por ejemplo, que apuntan hacia una geolocalización del teléfono móvil de la joven en un período temporal posterior a las 02.43 horas, el padre confirmó que tiene constancia de la intervención “de una unidad especializada con recursos tecnológicos para posibilitar información más allá de la que aporta un teléfono móvil apagado o sin cobertura”. Se baraja también la posibilidad de que Diana hubiese vuelto a casa en algún momento antes de desaparecer. - Efe/Europa Press