ALICANTE. El detenido, de 58 años y doble nacionalidad española y ecuatoriana, fue pillado in fraganti cuando familiares del pequeño iban a recogerlo en una parcela rural. El niño confesó a su madre y a los agentes de la Guardia Civil que los abusos llevaban produciéndose a lo largo de dicho tiempo. El pequeño se quedaba en casa de su abuela y de la pareja de ésta mientras su madre se iba a trabajar, ha explicado la Benemérita.

Así, ha precisado que cuando un día el compañero sentimental de la madre del pequeño fue a recogerlo tras su jornada laboral a casa de la abuela, ésta le dijo que el menor, como otras veces, estaba junto a su pareja en un terreno que tenían en el campo, a no mucha distancia de la casa .

Al llegar allí, el hombre observó el coche aparcado en el interior del vallado y se dirigió a la caseta de aperos, única construcción en la parcela, ya que no se veía a nadie en el exterior. Entonces, descubrió los abusos, tras ver cómo el compañero sentimental de la abuela trataba rápidamente de abrocharse los pantalones. Posteriormente, el niño contó lo que había sucedido y se pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil.