barcelona - Desmantelan en Cataluña una red que forzó durante quince años a 80 menores para producir archivos de pornografía infantil y venderlos en todo el mundo. La organización captaba a chicos vulnerables en la calle y les ofrecía dinero, alcohol y drogas para que se sometieran a las prácticas sexuales, que a veces grababan sin su conocimiento. Entre los detenidos hay un ex agente de la Ertzaintza, que abandonó el cuerpo policial hace años y que tiene antecedentes por casos de pedofilia.
El inspector de los Mossos d’Esquadra Jordi Domènech, jefe del área central de investigación de personas, resaltó la importancia de la operación conjunta con la Guardia Civil que ha permitido desarticular esta red, ya que por primera vez se ha actuado en Cataluña contra una organización de pedófilos que captaba en España a la mayoría de las víctimas, grababa los vídeos a escala industrial y se encargaba de distribuirlos por países de todo el mundo.
Las víctimas eran siempre chicos menores de edad, en su mayoría procedentes de la inmigración y de familias desestructuradas, a los que la organización captaba en la calle, ofreciéndoles droga, alcohol y dinero aprovechándose de su situación de vulnerabilidad. Una vez captados, los miembros de la organización llevaban a los menores a pisos, primero en Tortosa y luego en Valencia, donde grababan vídeos con las prácticas sexuales que luego vendían en todo el mundo.
Domènech precisó que algunos menores eran conscientes de que se les estaba grabando en vídeo, aunque en otros casos no era así y las imágenes se captaban a través de cámaras ocultas.
La red también se desplazaba de forma frecuente a Marruecos, donde habían llegado a grabar imágenes con menores en plena calle, así como a países como Sri-Lanka, Túnez, Tailandia, Singapur o República Checa. - Efe