Barcelona - El médico e investigador catalán Oriol Mitjà, que ha impulsado desde Papúa Nueva Guinea una eficaz cura contra la enfermedad del Pian -parecida a la lepra-, afirma en una entrevista con Efe que “con poco dinero se pueden solucionar problemas globales”.

El médico, que ha protagonizado un documental tras descubrir que con una sola pastilla se puede curar el Pian, asegura que es posible investigar desde los países en vías de desarrollo, aunque no es habitual. “No hay médicos con capacidad investigadora ejerciendo en países tropicales, por eso casi nunca se hace investigación científica seria desde allí”, lamenta el facultativo, de 35 años.

“Todo mi equipo es de Papúa y son muy buenos. Ellos están muy contentos de que se pueda hacer investigación de este tipo dentro de sus fronteras y que se encuentren soluciones a problemas globales”, añade. El científico, que viajó a Papúa para estar unos meses y ya lleva más de un lustro en la isla de Lihir, subraya que ha desarrollado un tratamiento muy económico y efectivo para curar la enfermedad del Pian, que afecta a 100.000 niños cada año, y que de aplicarse a nivel global podría erradicarla rápidamente.

Mitjà explica que la enfermedad del Pian “estigmatiza y provoca discapacidad a quienes la padecen”, sobre todo a mujeres y niños de pueblos de difícil acceso en países tropicales del centro de África, el sudeste asiático y las islas del Pacífico, lo que cronifica la pobreza de las zonas más pobres de países como el Congo o República Centroafricana.

“Una pastilla de Citromicina de ingestión oral es suficiente para curar el Pian en un niño. Se trata de una única dosis, no un tratamiento de meses y que se puede administrar sin necesidad de aplicar inyecciones”, dice el médico con orgullo e ilusión.

Mitjà, que reivindica la figura del “médico de pueblo”, afirma que la efectividad de la cura que ha descubierto contribuye a su rápida difusión entre la población local, donde las heridas y las úlceras causadas por el Pian atormentan a niños y adultos. “El tratamiento es muy rápido -detalla-, al cabo de dos días ves que los niños ya han mejorado, la bacteria desaparece de sus cuerpos y las heridas empiezan a cicatrizar”.