miami - Su voz suena risueña al otro lado del hilo telefónico. Confiesa estar muy contento. Joaquín José Martínez (Guayaquil, 1971) fue detenido en 1996 por un doble asesinato en Tampa y al año ingresó en el corredor de la muerte. Tres años después, la Corte Suprema de Florida ordenó un nuevo juicio y el 6 de junio de 2001 fue declarado inocente y salió en libertad.
¿Cómo ha recibido la noticia del Tribunal Supremo de Florida de confirmar que se tiene que repetir el juicio a Pablo Ibar?
-Con una gran alegría. Estoy emocionado de que Pablo tenga, por fin, la misma oportunidad que tuve yo. El próximo 6 de junio se cumplirán 15 años de mi caso.
¿Cree que, como le sucedió a usted, tiene ahora Pablo más oportunidades de ser declarado inocente?
-Estoy convencido de que saldrá libre en este nuevo juicio.
¿Por qué?
-Porque desde que yo entré en el corredor de la muerte en 1997 hasta hoy, la justicia norteamericana ha cambiado mucho. Todo lo que es juicio y condena a muerte está bajo lupa. Ya no se puede hacer lo que hacían antes los fiscales, los detectives y la polícía con la corrupción que existía. Si fuese hoy, con las mismas pruebas, que es lo que va a ocurrir, no tienen suficiente para condenarle a muerte. Así de claro. Cuando se presente ese nuevo juicio, ese jurado ante el que se tiene que presentar para declarar su inocencia, será un jurado que no podrá saber que él ha estado preso y condenado a muerte durante todos estos años.
Pero eso es muy difícil. Han pasado muchos años...
-Efectivamente. Por eso lo tengo claro que, con esas pruebas, a día de hoy ese jurado lo va a declarar inocente. Si me lo hubieras preguntado hace 10 o 20 años te diría que no. Hoy las cosas han cambiado mucho en EEUU. Hay más garantías.
Usted que, desgraciadamente, ha pasado por la misma experiencia, ¿qué se siente al salir del corredor de la muerte?
-Yo estuve tres años en el corredor de la muerte y ya de por sí es muy difícil entrar a otra cárcel y posteriormente salir libre. No me puedo imaginar cómo será la vida de Pablo una vez que salga a otra cárcel primero, y posteriormente salga libre después de tantos años. Ha pasado casi 20 años allí encerrado. Es muy difícil. Yo solo estuve 5 años y medio preso y te prometo que cuando salí no sabía qué hacer. Es una situación muy difícil.
Es muy injusto que, según el dinero, haya más o menos posibilidades de salir libre... ¿Esa es la clave?
-Sí pero no. Tienes que tener una combinación perfecta. Cuando yo salí del corredor, Pablo tenía el mismo apoyo, el mismo abogado, todo, todo igual... las presiones internacionales, los medios de comunicación... y aun así estamos hablando de que yo salí hace 15 años y mira cuánto ha tardado Pablo. Cada caso es diferente, y aunque es cierto que el dinero es fundamental, no es lo único para salir del corredor de la muerte. Y digo una cosa: sin el apoyo de las instituciones y de los medios ni Pablo ni yo hubiéramos podido salir del corredor de la muerte.