Copenhague - La ablación, limitada hasta ahora a países de Asia y África, se ha convertido en un problema global debido al aumento de la inmigración en los países occidentales, donde los médicos no cuentan con conocimientos específicos para tratarla, alertó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con el objetivo de explicar al personal sanitario el protocolo que se ha de seguir ante casos de ablación, la organización lanzó la guía Manejo de las complicaciones sanitarias de la mutilación genital femenina, la primera de estas características, durante el inicio de la conferencia Women Deliver en Copenhague.
“Desafortunadamente, esta práctica (la ablación) se está expandiendo debido a la globalización. Ahora las niñas no solo la sufren en sus países de origen, sino también en países de Europa o Norteamérica”, explicó la directora general adjunta de la OMS, Flavia Bustreo.
En muchas ocasiones, cuando niñas y mujeres inmigrantes acuden a centros médicos, el personal desconoce las consecuencias negativas que para la salud tiene la mutilación genital femenina, que ya afecta a más de 200 millones de niñas y mujeres en todo el mundo.
“Muchas mujeres pueden sufrir innecesariamente consecuencias físicas y mentales después de la ablación si no reciben un tratamiento específico”, lamentó la OMS. Pese a los esfuerzos para erradicar esta práctica, cada año tres millones de niñas están en riesgo de sufrirla, por lo que la prevención también resulta fundamental. - Efe