Bilbao - La relación del desempleo, las dificultades de inserción laboral de algunos colectivos y la subocupación crónica con la situación de pobreza de muchas familias y la necesidad de acceder a ayudas sociales queda patente en la última Encuesta de Necesidades Sociales, según la cual el número de hogares de Euskadi que demandan prestaciones sociales ha aumentado en 43.447 entre 2010 y 2014. “El impacto de la crisis -dice el informe que elabora cada cuatro años el Departamento de Empleo y Políticas Sociales- se traduce en una fuerte presión sobre el sistema asistencial de garantía de ingresos de la Comunidad Autónoma de Euskadi”. La demanda de ayudas sociales ha pasado de afectar a un 5,7% de los hogares en 2006 a un 6,8% en 2010 y un 11,3% en 2014, lo que supone un total de 99.166 familias. En paralelo, el número de hogares atendidos por el sistema vasco de protección ha pasado de 43.182 en 2010 a 82.308 en 2014: 39.126 familias y un 90,6% más.
Las estadísticas del Departamento de Empleo y Políticas Sociales evidencian un aumento del “porcentaje de hogares atendidos que presentan problemas ligados al desempleo y la pobreza: entre 2010 y 2014 casi se ha triplicado el porcentaje de hogares con todos los miembros activos del hogar en situación de desempleo que utilizan el sistema de servicios sociales -se ha pasado del 10,5% en 2010 al 28,7% en 2014-. Al mismo tiempo y debido al incremento del desempleo y la subocupación crónicas, el número de personas en edad laboral con dificultades especiales de inserción laboral se ha incrementado en 79.247 en el periodo estudiado, lo que genera más demanda de ayudas sociales.
La Encuesta de Necesidades Sociales (ENS), que contiene datos recabados en 2014, fundamenta un informe que se hizo público a finales del año pasado y que permite ver la evolución de la demanda de ayudas y prestaciones en los últimos ejercicios, así como la estrecha relación entre las situaciones de pobreza y privación de los hogares vascos con la falta de empleo y la subocupación, un concepto que incluye trabajar a tiempo parcial de forma involuntaria, los contratos de muy corta duración o la aceptación de empleos por debajo de la cualificación del trabajador o en sectores económicos poco productivos.
Aunque la ENS analiza la evolución de las necesidades sociales de los ciudadanos vascos con datos de 2014, en los últimos meses no se han producido cambios drásticos respecto a ese escenario. Así, la Encuesta de Población en Relación con la Actividad que elabora el Eustat indica que en el primer trimestre de este año en Euskadi se contabilizan 53.500 hogares en los que todas las personas activas están en paro. Esta cifra supone un 6,1% del total de los 872.400 hogares que se calcula que hay en la CAV.
sin acceso al empleo Según el informe, “el principal fenómeno de deterioro social recogido por la ENS 2014 es el fuerte aumento de los problemas especiales de inserción laboral. Esta realidad recoge, dentro de la población activa, diferentes situaciones crónicas de paro o subocupación en empleos marginales que sitúan de forma estructural a la población al margen del sistema productivo normalizado”. Los residentes en Euskadi afectados por esta situación se redujeron entre 2006 y 2010 -pasaron de 53.885 a 40.862-, pero aumentaron significativamente en el último cuatrienio, de forma que en 2014 se contabilizan 120.109 personas de entre 16 y 64 años con problemas de inserción laboral. “Esto representa un 8,5% de la población en estas edades, en línea claramente ascendente respecto al 3,7% de 2006 y el 2,9% de 2010”. En términos absolutos, la cifra de 2014 supone un incremento del 193,9% respecto a las 40.862 personas de 2010. Según el Departamento, “el aumento señalado es una consecuencia de los procesos de cronificación en el desempleo o en la combinación de esta situación con el desarrollo ocasional de trabajos considerados marginales”.
“El aumento del número de personas con problemas especiales de inserción laboral -dice el documento del Gobierno Vasco- viene acompañado del empeoramiento de su posición en el mercado de trabajo. Aumenta así, de 35,9% en 2006 a 67,2% en 2010 y 84,1% en 2014, la parte del colectivo que no ha tenido contacto alguno con el empleo en el último año”. Además, esta realidad social “está muy asociada a la privación económica: en 2014 un 49,6% de las personas con problemas especiales de inserción laboral se vinculan a hogares afectados por formas de privación en la cobertura de las necesidades básicas” (lo que se denomina privación básica).
Una de las consecuencias más claras de las dificultades de un número amplio de personas para acceder a un empleo normalizado y de la deflación salarial experimentada desde 2011 es el aumento en la demanda de prestaciones y ayudas económicas, así como el papel cada vez más relevante del sistema vasco de garantía de ingresos en la protección de la población con problemas de pobreza y privación. El recurso efectivo al sistema básico de protección de Euskadi -RGI, PCV y AES- aumenta del 6,8% de los hogares vascos en 2010 al 11,3% en 2014, mientras que apenas un 1,3% de las familias acceden al sistema de ayudas asistenciales del Estado español -la RAI, Plan Prepara y medidas similares-. El informe también destaca que “las prestaciones generales del sistema de protección de la CAV se orientan en lo fundamental a proteger a grupos en situación de privación básica o muy cercanos a esta realidad. Si la proporción de hogares en situación de privación básica atendidos era del 25,5% en 2006 y del 29,9% en 2010, llega al 48,9% en 2014. Aunque aumenta respecto a 2006 y 2010, la proporción de hogares sin privación atendidos es apenas del 4% en 2014. En la distribución total de hogares atendidos, el peso de los hogares con privación pasa de un 34,7% en 2006 a un 44,8% en 2010 y un 62,7% en 2014”.
Si se analizan los hogares que acceden a alguna ayuda o prestación, los datos de la encuesta muestran que en 2014 el 48,9% de los hogares de Euskadi con privación básica (que no pueden cubrir sus necesidades básicas) y el 44% de los hogares con todos sus miembros activos en situación de desempleo tienen acceso a alguna prestación económica del sistema de lucha contra la pobreza en Euskadi.
Jóvenes y extranjeros Desde un punto de vista demográfico el aumento de la atención que el sistema básico de protección de Euskadi realiza en 2014 se sigue caracterizando por un fuerte crecimiento del acceso a las ayudas de hogares jóvenes y de personas extranjeras. En el caso de las personas menores de 35 años que requieren ayudas sociales, después de reducirse de 12,5 a 11,7%, el acceso llega al 18% de estos hogares en 2014. Por lo que respecta a la nacionalidad, el acceso de hogares de población extranjera a las prestaciones del sistema básico de protección aumenta de un 32,5% en 2006 a un 37,3% en 2010 y un 43,2% en 2014. Sin embargo, resulta igualmente destacada la variación que se produce en la población de nacionalidad española, con un incremento de cifras cercanas al 4% en 2006 y 2010 a 7,5% en 2014.
Tanto en el caso de los jóvenes como de los extranjeros, la mayor demanda de prestaciones económicas se relaciona con el fuerte repunte del acceso al sistema vasco de protección de hogares encabezados por una mujer. Después de caer del 9,8 al 9% entre 2006 y 2010, la atención a hogares encabezados por mujeres sube al 16,4% en 2014, muy por encima del 6,2% de los hogares cuya persona principal es un hombre. Un 54,1% de los hogares atendidos en 2014 son de mujeres, un máximo desde el 50,8% alcanzado en 2006.