madrid - La Policía Nacional pidió ayer colaboración ciudadana para localizar a más víctimas de la trama presuntamente liderada por el actor, director y productor de cine porno Torbe, que fue arrestado recientemente junto con otras cinco personas por obligar a menores a realizar vídeos pornográficos.
Ignacio Allende Fernández, conocido como Torbe, fue detenido el pasado día 25 de abril en una operación en la que, según detalló ayer la Policía, han sido arrestadas otras cinco personas: cuatro que formaban parte de su empresa y un ciudadano ucraniano que al parecer proveía de mujeres compatriotas suyas a la trama.
El titular del Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid dictó el pasado día 28 prisión comunicada y sin fianza para Torbe por los delitos de pornografía, trata de seres humanos, blanqueo de capitales y delitos contra la Hacienda Pública. También ordenó el ingreso en prisión de otras dos personas por los mismos delitos.
Ahora la Policía pide colaboración para localizar a más víctimas y pone a disposición de los ciudadanos el teléfono 900105090 y el correo trata@policia.es, ambos confidenciales.
La Policía detalló ayer que durante la investigación llevada a cabo en los últimos días ha localizado varios vídeos pornográficos protagonizados por una menor en el servidor central de una de las empresas del arrestado. Se trata de la víctima que dio pie a la operación, al denunciar que había sido captada en un bar de Madrid para participar en la grabación de vídeos pornográficos; inicialmente aceptó pero luego se negó y entonces fue coaccionada y obligada a grabar escenas pornográficas mediante el uso de sustancias estupefacientes. Además los investigadores han corroborado que uno de los vídeos protagonizado por otra menor fue publicado en la web del director de cine porno, siendo necesario pagar una determinada cantidad de dinero para poder verlo en su totalidad.
Tras la denuncia de la primera menor, la Policía cruzó los datos recabados con los de otra investigación. Así, los policíasdieron con un entramado internacional que, supuestamente, proveía de mujeres ucranianas para rodar escenas pornográficas, a menudo en contra su voluntad.
Captaban a chicas con problemas económicos en su país de origen, las proveían de documentación para entrar en España y una vez aquí las alojaban en la oficina en la que tenían lugar las grabaciones, en ocasiones manteniéndolas encerradas. Muchas no conocían la actividad que iban a realizar ni la dureza de las prácticas a las que eran sometidas. Después, los vídeos elaborados eran difundidos en internet a través de las diferentes webs de pornografía que presuntamente gestionaba el empresario Torbe. - Efe