madrid - Mientras los accidentes de todos los vehículos han descendido en los últimos años, los de bicicletas aumentan, hasta el punto de que se han multiplicado por dos en cinco años. Lo más preocupante, según revela un estudio, es que ocho de cada diez niños que sufrió un accidente de bici no usaba el casco.

Son algunas de las conclusiones del Análisis de la siniestralidad en ciclistas 2008-2013, elaborado por la Universidad de Valencia, en colaboración con el centro de estudios Ponle Freno-Axa de Seguridad Vial, presentado ayer en Madrid tras examinar los datos oficiales de Tráfico de los 25.439 accidentes en ciudades y carreteras con bicicletas y sus 24.530 víctimas en ese periodo, de las que 303 fallecieron y más de 3.000 resultaron heridos graves.

La radiografía de los accidentes en los que se vieron implicados ciclistas durante el lustro -el informe, sin embargo, incluye datos de seis años- evidencia un ascenso continuado, al pasar de los 2.964 siniestros en 2008 a 5.806 en 2013, la mayoría ocurridos entre semana, aunque es durante el fin de semana cuando se acumula el mayor porcentaje de heridos graves y muertos, un 15,3% y un 1,8%, respectivamente.

En estos años, la mitad de los ciclistas involucrados en un siniestro llevaban puesto el casco, aunque este porcentaje se rebaja muy notablemente entre los menores de 14 años, un 15,4%, es decir, ocho de cada diez niños no lo usaban, como tampoco casi un 73% de los usuarios accidentados de entre 15 a 24 años.

Un elemento de protección imprescindible, reiteró el catedrático de la Universidad de Valencia Luis Montoro, ya que los datos muestran que fue la cabeza la zona del cuerpo que resultó más perjudicada en los ciclistas fallecidos, independientemente de su edad, aunque solo es obligatorio para todos menores de 16 años o para adultos si circulan por carretera.

Por provincias, Barcelona, con un 23%, seguida de Madrid (12,4%), Valencia (8,3%) y Gipuzkoa (4,1%) son las que han registrado más víctimas y accidentes con ciclistas, si bien fueron Cuenca, Zamora y Murcia las que, en términos relativos, mayor número de fallecidos tuvieron entre 2008 y 2013.

ciudades y carreteras Siete de cada diez accidentes se produjeron en núcleos urbanos, si bien no fue en las ciudades donde hubo más ciclistas fallecidos, sino en las carreteras convencionales: ocho de cada diez perdieron la vida en estas vías.

La mayoría de los accidentes se registraron en rectas, donde resultaron también la mayoría de heridos, pero fueron las curvas donde hubo más muertes.

Montoro dejó claro que, tras escrutar todos los factores de los accidentes con algún ciclista involucrado, en el 60% de los casos el usuario no había tenido la culpa, es decir, no había cometido ninguna infracción, algo que influyó directamente en una menor lesividad.

Las distracciones están detrás del 89,3% de la accidentalidad de los ciclistas, aunque, como en la mayoría de siniestros, no existe un solo motivo por la que un conductor, sea de bici, coche o moto, se ve implicado en un accidente.

Íntimamente vinculadas a los ciclistas figuran las condiciones meteorológicas, de forma que diciembre y enero registraron pocos accidentes frente a agosto, el mes más mortal, con cifras de fallecidos y heridos graves significativamente superiores al resto de los meses, donde junio, julio y septiembre fueron también periodos con más siniestros en todos los años analizados. - Efe