QUITO - El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció ayer que son ya 350 los muertos por el terremoto que sacudió en la noche del sábado la costa norte de Ecuador. También advirtió de que el número de muertos aún podría aumentar.
El seísmo, que habría tenido casi un minuto de duración, tuvo su epicentro en la costa de Esmeraldas, concretamente cerca de la localidad de Muisne, en el norte de Ecuador, aunque también se llegó a notar de manera importante en la capital, Quito, y en la ciudad de Guayaquil, la segunda mayor del país. El epicentro se localizó a 170 kilómetros al norte-noroeste de Quito.
Correa firmó un “decreto de excepción y movilización nacional” por el que se activan líneas de crédito de contingencias con multilaterales. Además trabajan en la zona afectada rescatistas ecuatorianos y comienzan ya a llegar efectivos extranjeros. Por otra parte, la Fiscalía de Ecuador publicó el primer listado de víctimas mortales del terremoto con los nombres de 118 personas, la gran mayoría, 86, pertenecientes al cantón de Manta, aunque también hay 22 víctimas mortales del cantón de Canoa y 10 más del cantón de Bahía.
Movilización internacional Ante la catástrofe, países vecinos de Ecuador han movilizado medios y ayuda humanitaria para ayudar tras el terremoto. Tras el seísmo, el Gobierno de Chile decidió enviar un avión de la Fuerza Aérea chilena con 49 rescatistas con equipo y maquinaria para encontrar a personas atrapadas entre los escombros de los edificios derrumbados.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Perú, a través del Instituto Nacional de Defensa Civil y las Fuerzas Armadas, ordenó el envío de cuatro toneladas de ayuda humanitaria para las víctimas del terremoto. La ayuda viaja a bordo de un avión Hércules de la Fuerza Aérea peruana que llegó ayer a la localidad ecuatoriana de Manta, con maquinaria y herramientas ligeras y pesadas de rescate, según informó la emisora RPP. La colaboración también ha llegado desde instituciones internacionales y países de todo el mundo. - E.P.