Donostia - Juan y Carmen, marido y mujer de 75 y 71 años de edad, respectivamente, perdieron la vida ayer en la carretera cuando trasladaban desde Irun hasta Lasarte-Oria a su nieta de tres años, tal y como hacen a diario muchos abuelos de Gipuzkoa en estas fechas de vacaciones escolares. La pequeña salvó la vida gracias a la protección de la silla de sujeción infantil. Los bomberos del parque de Bidasoa, que fueron los primeros en atender el accidente -ocurrió a 500 metros de sus instalaciones de Irun- la encontraron en el arcén atada en su silla mientras otros conductores que se pararon para socorrer a los heridos trataban de calmarla. La niña sufrió heridas de diversa consideración pero que no revisten gravedad, al igual que el ocupante del otro vehículo, un joven de 32 años. Fue la única luz de un día aciago para la familia Jiménez-Duran, un matrimonio con cuatro hijos que residía en el barrio Zumaburu de Lasarte-Oria.

El choque fue brutal. El coche Citröen Xsara gris que ocupaban Juan Jiménez y Carmen Duran junto a su nieta y un Volkswagen Golf de color negro que circulaba en el otro sentido, hacia Iparralde, se vieron involucrados en una colisión frontal cuyas causas sigue investigando la Ertzaintza. El siniestro ocurrió justo al comienzo del ramal de Urdanibia de la GI-636-U, al inicio de la subida al puerto de Gaintxurizketa, ya en el barrio de Ventas de Irun, y provocó retenciones en esta vía secundaria. El accidente se produjo sobre las 9.15 horas y uno de los dos carriles estuvo cortado hasta las 11.20 horas, momento en el que la Ertzaintza restauró el tráfico.

El matrimonio fallecido, con residencia en Lasarte-Oria, se había desplazado hasta Irun, donde reside uno de sus hijos, para hacerse cargo de su nieta de tres años durante unas horas. La habían recogido allí y se dirigían de regreso a Lasarte-Oria, su localidad de residencia y donde se encuentra también el centro de trabajo del padre de la niña.

Juan y Carmen, que fallecieron en el lugar del accidente, quedaron atrapados en el interior de su vehículo y tuvieron que ser desencarcelados por los Bomberos del parque de Bidasoa, que se personaron en el lugar del accidente en pocos minutos, antes incluso que los sanitarios y la Ertzaintza. Los facultativos de la unidad medicalizada certificaron poco después el fallecimiento de estas dos personas.