Madrid - Uno de los presos de la cárcel de Aranjuez acusado de dejar en coma a otro al pensar por error que era un violador admitió ayer que a los condenados por este tipo de delitos se les aplica la denominada Ley de la cárcel, si bien negó que participara en la paliza que dejó al hombre en coma y en estado vegetativo. “Cada vez que entran violadores a ese modulo se les dan unas hostias”, reconoció el preso durante su declaración ante el tribunal que juzga los hechos, una afirmación que le ha valido una reprimenda por el presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Madrid: “Cuide su lenguaje!”, le espetó.

David R. G., Óscar del P. G, Ángel del Amor P. M, Martín R. C y Hossan E.C. se sentaron en el banquillo de los acusados por un delito de homicidio en grado de tentativa. Se enfrentan a una pena de nueve años y once meses de prisión por los hechos ocurridos el 12 de junio de 2008. La víctima recibió numerosas patadas en la cabeza, que le dejaron en coma y estado vegetativo. Murió poco después.

En su declaración, los presos negaron que participaran en la brutal paliza -le destrozaron el cráneo- y manifestaron que fueron señalados por otros internos, dado que todos ellos ocupan destinos remunerados en el modulo 1 de la prisión, algo que genera “envidias” y odios. Tras los hechos, los procesados estuvieron en celdas de aislamiento. Según su relato, se negaron a identificar -lo supieran o no- a los agresores. Al respecto, destacaron que los funcionarios les ofrecieron beneficios penitenciarios si acusaban a otros internos, “algo habitual cuando suceden este tipo de agresiones”.

Se refirieron a este modulo como uno de los más complicados, dado que cuatro meses antes de los hechos se había producido un asesinato y una semana antes, un apuñalamiento a un agresor sexual.

Martín R. C. relató que esa noche algo se cocía cuando escucharon en la cena “que entraba al módulo un violador”. “Escuché comentarios y me acerque a los funcionarios, que me dijeron que no era así. Algo se estaba cociendo”, narró el acusado durante su declaración, manifestando que quiso irse pronto para evitar lo que sabía que iba a pasar. - E.P.