donostia - Ofrecen rapidez, discreción y no son caras, pero no están teniendo éxito en la CAV. Ni mucho menos. Las bodas ante notario no han calado en Euskadi siete meses después de que la Ley de Jurisdicción Voluntaria impulsada por Alberto Ruiz Gallardón habilitase a estos funcionarios públicos para celebrar enlaces matrimoniales y también divorcios.
Por unos 100 euros y en un tiempo récord, un miércoles por la tarde cualquiera una pareja puede contraer matrimonio sin más presencia que la de los testigos y el notario. Se trata de una escritura pública corriente, un procedimiento de pocos minutos que, sin embargo, no ha cuajado entre la ciudadanía. Desde que en julio de 2015 se aprobó la nueva ley, los notarios vascos han celebrado solo 18 bodas, según datos oficiales aportados por el Colegio Notarial del País Vasco. Seis de ellas se produjeron en diciembre y la mayoría han sido en Bizkaia.
La Ley de Justicia Voluntaria impulsada por el PP pretendía descargar a los juzgados de trabajo ante el aumento de las ceremonias civiles durante los últimos años. Sin embargo, aún son los juzgados quienes tienen que instruir el expediente matrimonial inicial, algo que las notarías no podrán hacer hasta julio de 2017.
Es decir, antes de ir a una notaría a contraer matrimonio, aún hoy es necesario pasar por el juzgado para presentar la documentación obligatoria y también comparecer ante el juez. Eso sí, coger ese mismo expediente y acudir al notario es una fórmula eficaz para quien, pagando unos 100 euros en vez de tenerlo gratis en el juzgado, no quiere esperar más de un mes a que después le den cita para casarse ante el juez.
En la CAV hay actualmente 133 notarías (45 en Gipuzkoa) y 15 vacantes hasta un tope de 148, pero son muy pocas las que han celebrado algún enlace matrimonial. La primera boda ante notario tuvo lugar en agosto en la más estricta intimidad y un mes después, en septiembre, se celebró otro enlace también íntimo. Sin embargo, el 9 de octubre de 2015 se celebró a bombo y platillo una boda en Bilbao. El mismo día se casaron dos parejas vizcainas.
El notario Manuel López Pardiñas fue el encargado de celebrar la ceremonia en un hotel bilbaino, a petición de los contrayentes, y la prensa local recogió el evento como la primera boda ante notario. En realidad, era la tercera en la CAV.
Según López Pardiñas, la ley que permite a los notarios celebrar bodas “forma parte de una política razonable, seguida por el Ministerio de Justicia en orden a traspasar tareas con el objetivo de liberar a la judicatura de trabajo y agilizar la justicia”. Según explica, hasta ahora en el Estado podían casar por lo civil “los jueces, secretarios judiciales, alcaldes y concejales”; ahora, también los notarios.
“Lo que es el acto de la boda es muy breve. Es la misma fórmula que en el juzgado. El notario lee unos artículos del Código Civil relativos a la convivencia, el respeto mutuo y la libertad de los contrayentes para ejercer el acto civil”, añade el notario. “Lo que la gente busca es flexibilidad. Es una fórmula muy buena si, en un momento dado, una pareja quiere casarse con cierta urgencia o quiere cierta intimidad; como si quiere casarse en su casa. Un notario no está obligado a celebrar la boda fuera de la notaría, pero nada le impide hacerlo fuera y yo, en mi caso, no tengo ningún inconveniente”, precisa este notario. “En definitiva -añade-, hay que pensar que lo que se hace es dar al ciudadano opciones, pero en realidad lo que la ley persigue es rebajar la carga de trabajo de los juzgados, y que lo que realmente hagan son las sentencias en temas de controversia. Si logramos esto, la ciudadanía se verá beneficiada porque la Justicia podrá atender otros casos mejor y más rápido”, apunta.
bodas exprés a partir de 2017 María Aguirre, la vicedecana de Gipuzkoa, considera que aún estos enlaces se producen en casos muy limitados en los que el notario es “amigo o conocido” porque en realidad la tramitación inicial aún debe realizarse en el juzgado y el proceso puede alargarse en esa fase más de dos meses. Sin embargo, a partir del 30 de junio de 2017, fecha en la que los notarios podrán asumir la instrucción del expediente desde su inicio, además de la celebración del acto matrimonial, las bodas exprés serán una realidad. “Todo será mucho más rápido y se podrán realizar las bodas y al final todo el proceso se realizará en menos de un mes en la mayoría de los casos”, añade la vicedecana, que ejerce en Errenteria.
No obstante, algunos profesionales temen que esta ley suponga en un futuro que “las notarías sean el destino de los expedientes más complejos, el de los matrimonios de personas extranjeras, que suponen mucho más trabajo”, apunta Aguirre. “Y ahí no sabemos con qué nos vamos a encontrar ni cuánto tiempo nos podría llevar”, añade.
Aguirre, que solo conoce dos casos de bodas ante notario -uno fuera de la CAV y el otro en Bizkaia-, entiende que la rapidez y la intimidad, pueden decantar a una pareja a casarse ante notario, pero constata que aún esta fórmula no ha calado entre los ciudadanos. “Es más rápido que en un juzgado, porque allí casan un día concreto a la semana y aquí puedes hacerlo cualquier día en horas de despacho. Si tienes el expediente inicial del juzgado y me llamas hoy te puedo casar en dos días. En cuanto tenga un hueco, pero nosotros aún no hemos celebrado ninguna”, admite.
Los notarios están aún a la espera de que el Ministerio de Justicia fije los precios oficiales de estos enlaces, pero se espera que se sitúe en torno a los 90 euros. Según critican, un caso complejo originará más gastos a la notaría que el ingreso por la boda. Entre tanto, los despachos aplican sus propias tarifas, que normalmente no pasan de 120 euros.