SANTANDER. La Audiencia Provincial ha rechazado los recursos de apelación presentados por una madre y su hijo contra la sentencia del Juzgado de lo Penal número 4 de Santander, ya firme, que les condenó a trabajos en beneficio de la comunidad por agredirse mutuamente durante una discusión en el domicilio familiar.

De esta forma, madre e hijo deberán cumplir exactamente la misma condena: 56 días de trabajos en beneficio de la comunidad cada uno; dos años de privación del derecho a portar armas; prohibición de aproximarse el uno al otro o comunicarse en dos años; y pagar al Servicio Cántabro de Salud los gastos médicos generados por la atención de las lesiones sufridas por ambos. Además tendrán que pagar a medias las costas procesales.

La discusión y posterior agresión tuvo lugar el 30 de abril en su domicilio en Santander. Según consta en la sentencia, recogida por Europa Press, la disputa comenzó cuando el hijo recriminó a su madre, al llegar ésta a casa, que su padre y todavía marido de ella, se encontraba detenido al haber sido denunciado por aquélla.

Como consecuencia de la pelea, el hijo sufrió erosiones en un brazo y eritema en las cervicales, y la madre contractura en el trapecio derecho, y lesiones en la mano, brazo y hombro derechos.

En sus recursos, ambos alegaron error en la valoración de la prueba y negaron haber agredido al contrario. Sin embargo, tal y como señala la sentencia, ambos reconocen "un cierto contacto físico, lo que valorado en conjunto con los partes de lesiones", conduce al resultado condenatorio de la jueza de primera instancia, confirmado ahora por la Audiencia.