PAMPLONA. Navarra ha aconsejado hoy "extremar" las precauciones a los pocos peregrinos que "se aventuran" a realizar el Camino de Santiago en invierno, dado que en esta estación "suelen registrarse algunos de los accidentes más graves, debido a las duras condiciones meteorológicas". Este mismo martes los bomberos de Auritz-Burguete han tenido que rescatar a dos peregrinos desde el refugio de Izandorre.
Esta advertencia ha sido hecha pública por el Gobierno foral después de lo ocurrido hace una semana entre Valcarlos y Roncesvalles, donde dos peregrinos de origen brasileño tuvieron que ser rescatados por bomberos, policía foral y guardia civil.
Tras señalar que el Camino de Santiago es una de las rutas más utilizadas durante el verano y también en primavera y otoño, el Ejecutivo ha alertado de que la peregrinación durante los meses de invierno puede ser una actividad arriesgada si no se siguen indicaciones y recomendaciones en lugares potencialmente peligrosos.
Al respecto, ha recordado que la primera etapa del Camino de Santiago, que parte de la localidad de Donibane Garazi/Saint Jean Pied de Port, supone superar un desnivel de más de 1.200 metros hasta el puerto de Lepoeder, además de pequeños desniveles intermedios.
Esta "dura" etapa requiere de una preparación física adecuada pero la presencia de nieve, como ocurre estos días, hace que se den situaciones especialmente graves en época invernal.
Por razones de seguridad, entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo, es obligatorio realizar la primera etapa entre Saint Jean Pied de Port y Orreaga-Roncesvalles por la ruta Oeste, que pasa por Luzaide-Valcarlos y el puerto de Ibañeta hasta llegar a la Colegiata. Durante el invierno está prohibido realizar la ruta Este de esta etapa que une Saint Jean Pied de Port y el puerto de Lepoeder.
En la zona se han realizado múltiples acciones de mejora en la señalización y en la cobertura mediante nuevas tecnologías pero siguen registrándose percances en los que es necesaria la acción de equipos de rescate por no tomarse en serio las duras condiciones meteorológicas de este escarpado rincón del Pirineo navarro.
Dicha fuente ha subrayado que la Ruta Jacobea sigue siendo uno de los mayores atractivos con los que cuenta Navarra y durante el final de la primavera, el verano y el inicio del otoño, cada año recibe más peregrinos de los orígenes más diversos.
De hecho, en el año 2015, 4.955 personas sellaron su credencial de peregrino en la Colegiata de Roncesvalles, lo que supone un aumento del 12,8 % a la de 2012, un 1,7 % superior a la de 2013 y un 1,1 % inferior a la del pasado año 2014.
Mientras que los peregrinos internacionales siguen creciendo, los peregrinos nacionales descienden desde el inicio de la crisis, de forma que casi el 70 % del total de peregrinos procedía de países localizados por todo el mundo, mientras que los residentes en España representaron el 31 %.
Por nacionalidades, los españoles suponen el 31,3 % del total de peregrinos, entre los que predominan residentes en Cataluña (26 %), Comunidad Valenciana (13 %), Comunidad de Madrid (12,3 %) y País Vasco (10,8 %).
Por su parte, los países desde donde llegan más peregrinos a Navarra, después de España, son Francia (11,4 %), Italia (9,3 %), EEUU (7,7 %) y Alemania (6,8 %).