Estrasburgo - Al llegar al puerto griego de Samos, Fátima, refugiada siria, estaba en estado de “shock” por la violencia que había sufrido a manos de los hombres durante el viaje desde Turquía. Su marido la había confiado a un hombre antes de salir de la costa turca, pero éste le robó los documentos y la violó. “Fátima es una de las miles de mujeres refugiadas que son particularmente expuestas durante su viaje como refugiadas. El exilio las expone a la explotación sexual y económica. Es por eso que es importante crear alternativas legales a las redes criminales”, explicó ayer Filippo Grandi, el alto comisionado de Naciones Unidas para los refugiados, en la Eurocámara. Con este ejemplo, Grandi trató de explicar a los eurodiputados, que dedicaron ayer el Día de la Mujer a las refugiadas, cómo es la realidad en las rutas que siguen los refugiados en su viaje a Europa.
El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, afirmó antes del debate parlamentario que las mujeres se encuentran con la violencia en los países de salida, en su trayecto y en el de llegada. En 2015, más de un millón de personas atravesaron el Mediterráneo y llegaron a las costas europeas, de las que las mujeres y los niños representan el 38% del total. Según Acnur, en enero de 2016, el 55% de la personas que llegaban a Grecia para pedir asilo en la Unión Europea eran mujeres y niños.
En el Día de la Mujer, el Parlamento aprobó un informe, elaborado por la socialdemócrata británica Mary Honeyball, en el que se pide especial atención para las solicitantes de asilo. Honeyball explicó durante el debate que las mujeres ya están en situación vulnerable cuando llegan a los centros de recepción y en ellos “pueden ser víctimas de violencia sexual, tráfico u otros crímenes violentos”.
En su documento, aprobado por 388 votos a favor, 150 en contra y 159 abstenciones, destaca una serie de particularidades que deben respetarse en la atención a la mujer refugiada. Entre ellos, alojamientos y sanitarios con separación por sexo, personal femenino para las entrevistas y los servicios de interpretación y apoyo psicológico para mujeres víctimas de la violencia de género. Además, servicios de cuidado de los niños durante las evaluaciones y entrevistas en el proceso de asilo, información a las mujeres sobre su derecho a presentar una solicitud de asilo independiente de su marido y asistencia legal en los centros de recepción.
Durante el debate, la presidenta de la comisión europarlamentaria de Derechos de la Mujer, la socialista Iratxe García, aseguró que la crisis de los refugiados está amenazando con destruir el propio proyecto de la UE. “Muchas mujeres tienen que vender su cuerpo para pagar el pasaje al sueño de Europa, son violadas, caen en manos de mafias que trafican con personas... No podemos permanecer impasibles”, destacó.
Ablación En su intervención, Grandi también habló del preeacuerdo alcanzado entre Turquía y la UE sobre la admisión de refugiados y recordó que “es importante gestionar la crisis en el respeto del derecho internacional”. “Un retorno de los que llegan a Grecia no se puede hacer correctamente si no se respetan todas las garantías, con el absoluto respeto de la Convención de Ginebra, examinando el caso antes de que este refugiado sea reenviado”, dijo Grandi, que mostró el interés de Acnur en supervisar la situación.
Según estimaciones de Acnur, alrededor de 20.000 mujeres y niñas procedentes de países que practican la mutilación genital femenina solicitan cada año asilo en la UE. Acnur ha calculado que 71% de las solicitantes de asilo en la UE originarias de países en los que se practica la mutilación genital femenina ha sido víctima esta práctica.