Un equipo de Baleares participó en el experimento. El grupo de Gravitación y Relatividad de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), el único español que forma parte del descubrimiento de las ondas gravitacionales, anunció ayer que participó en el registro de este evento.

El director del Instituto Max Planck de Física de Hannover (norte de Alemania), Karsten Danzmann, consideró que el descubrimiento de las ondas gravitatorias “tiene potencial de Nobel, no hay duda de eso”.

El responsable en Francia del proyecto Virgo, Benoît Mours, afirmó que la detección directa de las ondas gravitacionales, es “el comienzo de una gran aventura y abre una ventana en el conocimiento del cosmos”.

MADRID - El científico Stephen Hawking, de 74 años, celebró ayer la observación de las ondas gravitacionales predichas por Einstein hace 100 años y señaló que, gracias a este avance, se podrá ver algunas “reliquias del Universo muy temprano, justo después del Big Bang”.

“La capacidad de detectarlas tiene el potencial de revolucionar la astronomía. Abre la puerta a “una nueva forma de mirar el universo”, señaló a la BBC el físico teórico, experto en el campo de los agujeros negros.

La detección de estas ondas, las señales que dejan grandes cataclismos en el universo, supone además “la primera prueba de un sistema binario de agujeros negros y la primera observación de agujeros negros fusionándose”, afirmó Hawking. “Además de probar la Teoría de la Relatividad General, podemos esperar ver agujeros negros a lo largo de la historia del Universo. Podríamos incluso ver los vestigios del Universo primordial, durante el Big Bang”, gracias a la detección de las ondas gravitacionales, subrayó.

El avance permitirá investigar zonas oscuras del universo o descubrir cómo opera la gravedad en situaciones extremas. Si hasta ahora, los científicos podían ver el universo, ahora lo podrán oír. De ahí que la investigadora de la Universidad de Glasgow Sheila Rowan, que participó en el proyecto LIGO que ha detectado las ondas, describa su trabajo como un “viaje fascinante”. “Estamos sentados aquí en la Tierra observando cómo las costuras del Universo se estiran y se comprimen debido a una fusión de agujeros negros que ocurrió hace más de mil millones de años”, reflexionó Rowan. “Cuando encendimos nuestros detectores, el Universo estaba listo, esperando para decir hola”, resumió. - Efe/E.P.