“Pelearé hasta el último aliento que me quede por defender mi inocencia y por limpiar mi nombre. Yo no cometí esos crímenes”. Estas palabras fueron pronunciadas en octubre de 2013 por Pablo Ibar desde una celda del corredor de la muerte de la prisión de Raiford, en el estado de Florida. Pues bien, casi 22 años después, el sobrino del legendario Urtain tendrá la oportunidad de demostrar su inocencia.

Por un ajustado cuatro votos a favor y tres en contra, el Tribunal Supremo de Florida (Estados Unidos), la máxima instancia judicial del Estado, anuló ayer la condena a la pena capital dictada en 2000 contra Pablo Ibar, que lleva casi 22 años preso, 15 de ellos en el corredor de la muerte en la prisión de Raiford, en Florida.

El dictamen implica la celebración de un nuevo juicio contra Ibar, condenado por los asesinatos de tres personas, el dueño de un local nocturno y dos bailarinas, cometidos en 1994. Tras múltiples recursos, al fin, el Tribunal Supremo reconoció ayer la “ausencia de pruebas físicas que conecten a Ibar con el triple asesinato”, según reza el documento de 27 páginas que fue divulgado ayer.

Uno de los argumentos de peso examinados por el Tribunal Supremo de Florida para la anulación de la condena es que el “ADN de Ibar no fue encontrado en la camiseta recuperada” en el lugar del triple crimen, y con la que el asesino usó para “cubrirse parcialmente el rostro”.

La conclusión de los siete jueces que integran el Supremo de Florida, escrita en una de las últimas páginas del documento, es que “por las razones expresadas con anterioridad, revocamos la negativa del tribunal de primera instancia de desagravio tras la condena (postconviction relief)”.

La defensa de Pablo Ibar, de 45 años, quien siempre ha mantenido su inocencia, resaltó en su apelación ante el Supremo de Florida la poca fiabilidad de la prueba determinante, un vídeo “sin sonido, borroso, granulado”, grabado por las cámaras de seguridad de la casa del dueño del club y el testimonio, en ese sentido, de un experto facial que lo tacha de nada fiable. El vídeo en blanco y negro fue grabado por las cámaras de seguridad de la casa del dueño del club nocturno y en el mismo aparecen dos individuos con el rostro cubierto buscando objetos de valor. Al final de la grabación se observa cómo uno de ellos se descubre la cara y, pese a la mala calidad de la imagen, la Fiscalía dijo en el juicio que esa persona, “sin lugar a dudas era Ibar”. Asimismo, en la vista celebrada en abril de 2014, Benjamin Waxman, letrado de Pablo, insistió ante los siete magistrados en que Ibar tuvo un “juicio inefectivo” con la “desastrosa” defensa del abogado de oficio, Kayo Morgan, en el juicio en que fue condenado a muerte.

“Estoy en Shock” Por fin, ayer, casi dos años después, el Supremo ordenó la celebración de un nuevo juicio. “Estoy en shock, tan feliz”, señaló casi sin poder articular las palabras Tania Ibar, la mujer de Pablo, con quien se casó después del primer juicio, cuando él ya estaba en prisión. Tania recibió la noticia “que llevamos esperando desde hace 15 años” por parte de su abogado, Benjamin Waxman. Tania Ibar y su madre, Alvin Quiñones, agradecieron el apoyo de todas las personas desde el “País Vasco hasta la Costa del Sol”, que se han volcado en ayuda de Pablo Ibar. Waxman, por su parte, expresó su confianza plena en que la decisión del Supremo de Florida supone el “final de esto para Pablo”. “Le vamos a traer a casa de vuelta”, sentenció.

“Es un momento de mucha emoción que hemos estado esperando desde hace mucho tiempo. Por fin se abre un camino para que Ibar pueda demostrar su inocencia”, expresó, en declaraciones a Efe, Andrés Krakenberger, portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar. Por su parte, fuentes del consulado español en Miami expresaron su “satisfacción” por esta decisión del Tribunal.

26 de junio de 1994. La Policía halla muertos a Casimir Sucharski, dueño de un local nocturno, y de dos bailarinas que actuaban allí, Sharon Anderson y Marie Rogers. Pablo Ibar es acusado de este triple asesinato junto a su amigo Seth Peñalver

Enero 1998. El jurado del condado de Broward no pudo llegar a un veredicto unánime de culpabilidad, y el juez lo declaró nulo al no haber pruebas dactilares ni genéticas que vinculasen a los acusados con el triple crimen.

28 de agosto de 2000. El juicio se repite cuando se aporta una grabación en blanco y negro. El jurado condena a muerte a Pablo y a su amigo Seth.

2 de febrero de 2006. Se anula la condena de Seth Peñalver.

9 de marzo de 2006. Rechaza la apelación de Pablo y se mantiene la condena a muerte

19 de marzo de 2009. Un testigo declara que quien aparece en la imagen es William Ortiz.

8 de abril de 2014. La defensa presenta un recurso de anulación, aceptado, al fin, ayer.