París - Dieciséis países, entre ellos varios latinoamericanos, se aliaron ayer en una coalición impulsada por el exvicepresidente estadounidense Al Gore y la expresidenta de Irlanda Mary Robinson para introducir mayor ambición en el acuerdo de lucha contra el cambio climático que se prevé aprobar en París este viernes. La alianza, Amigos del Futuro, se forjó en una reunión celebrada en una sala privada y organizada por Al Gore y Robinson, según explicó a Efe uno de los participantes, Franz Josef Schaffhausen, director general de Medio Ambiente del Gobierno alemán.

Al encuentro acudieron representantes de Estados Unidos, Brasil, Chile, Bangladesh, el Reino Unido, Islas Marshall, Holanda, Granada, Trinidad y Tobago, México, Suecia, Costa Rica, Canadá, Filipinas, Alemania y Noruega. Al Gore puso sobre la mesa seis propuestas para defender en el texto un objetivo de reducción de emisiones a largo plazo, así como cuatro fechas para lograrlas, relató Schaffhausen.

Al término del encuentro, los países asistentes decidieron presionar para lograr que el texto final recoja cualquiera de estas dos alternativas: o la descarbonización de la economía global o la neutralidad climática (esta última defendida por el Reino Unido, pues implica el uso de la energía nuclear). Asimismo, los países acordaron que cualquiera de esos dos objetivos se alcance indicando en el texto una de estas dos referencias temporales: “tan pronto como sea posible” o “a lo largo del curso del siglo”.

“Los Estados más vulnerables pelearon para que la fecha de la descarbonización fuera 2050, pero todos reconocemos que es imposible que suceda en tan corto plazo”, dijo el negociador alemán. Otro de los objetivos de la recién creada coalición es el reconocimiento de un aumento de temperaturas no más allá de los 1,5 grados como “meta deseable”.

La ministra de Cambio Climático y Medio Ambiente de Noruega, Tine Sundtoft, nombrada por la presidencia francesa de la cumbre como una de las 14 facilitadoras de las negociaciones esta semana, será la encargada de desarrollar la diplomacia para que estas referencias a la descarbonización o neutralidad de emisiones se mantengan en el acuerdo final. El embajador de México y negociador por ese país, Luis Alfonso de Alba, adelantó a Efe que el objetivo de luchar para que el acuerdo de París abogue por la descarbonización a largo plazo tendrá a Arabia Saudí como principal adversario, y que la secundarán otros países petroleros.

Arabia Saudí fue señalada ayer por diversas fuentes como el país que, junto a Venezuela y Bolivia, más está complicando la negociación de un acuerdo ambicioso en estos momentos. “Y es complicado, porque estamos ya en el momento en el que unos cuantos pueden bloquear el progreso”, opinó De Alba.

Por lo demás, los negociadores consultados coincidían ayer con la visión del ministro francés de Exteriores y presidente de la COP21, Laurent Fabius, en el “espíritu optimista”. “¿Sinceramente cree que tendremos un pacto el viernes?”, le preguntó a Fabius un periodista, a lo que el presidente de la COP21 respondió: “Debemos respetar los plazos límites que nos hemos dado a nosotros mismos”. La presidencia francesa quiere recibir un documento “lo más parecido posible al acuerdo final” el miércoles por la mañana, para cerrar desavenencias el miércoles y jueves, y aprobar el pacto climático el viernes.