1.- Los efectos directos son el aumento de la temperatura media del planeta que lleva la pérdida de hielos en muchas zonas del planeta y efectos externos como sequías, inundaciones en amplios lugares del planeta. Hay muchos y diferentes impactos según las zonas. Pero hablamos de desestabilizar los patrones del comportamiento del clima que hemos tenido hasta ahora y de los efectos extremos más acuciantes; cosas que no han ocurrido en muchos sitios y se van a volver más extremos. En el País Vasco hablamos de que pueda llover menos, pero que pueda hacerlo de modo más intenso en periodos más cortos de tiempo o que las épocas de escasez de sequía en la zona sur de Araba sean mayores. Ya sabemos que el aumento del nivel del mar va a multiplicar su efecto por 4 o 5. Por ello habrá efectos sobre nuestra forma de vivir, sobre la salud, sobre los sistemas económicos, sobre la agricultura, la energía. En Europa se han hecho ya estimaciones sobre la bajada de la disponibilidad de agua y cómo afectará eso a las energías y a las nucleares.
2.- Como en otras muchas, los países más pobres son los que más se ven afectados. Por estar en una zona del planeta donde los impactos serán más duros y por la nula capacidad que tienen de responder a los impactos. Tienen escasez de infraestructura, resiliencia, de recuperarse...
3.- El cambio climático tiene un componente global; da igual que el CO2 lo emitas en China, Euskadi... en Alemania. Las medidas a tomar tienen que ver con dejar de emitir CO2 al planeta, de impactar sobre la atmósfera. Respecto a la mitigación entra de lleno la energía y el transporte. Ir a un modelo energético descarbonizado, principalmente a renovables, y nuevos consumos energéticos. Hablamos de otros hábitos de movilidad diferente: electrificación del sector transporte. En sitios como Urdaibai, por ejemplo, si se le deja espacio a las dunas y humedales se adaptan a ese ámbito. En lugares donde hay escasez de agua, desde el propio aprovisionamiento a medidas de ahorro y eficiencias en el recurso o cualquier medida similar.
4.- Después de la cumbre de Copenhague 2009 somos un poco incrédulos con respecto a las posibilidades de llegar a acuerdos. Pero lo cierto es que es el único instrumento y sistema que tenemos para llegar a consensos globales. Son sistemas imperfectos pero que poco a poco consiguen que se vayan dando avances para dar un frenazo al cambio climático.
5.- Los informes hablan de que todos los países del mundo necesitarían una economía baja en carbono. En los próximos 15 o 20 años tenemos una ventana de oportunidad para tomar las decisiones adecuadas. Todas las inversiones que vamos a hacer en sistemas energéticos, transportes, etc... Eso pasa por una descarbonización de la economía, de todo el sector energético y del transporte que conocemos. Se exige una gran transformación pero sí es posible hacerlo. Estamos a tiempo para lograr ese objetivo global de que no aumente la temperatura media del planeta más de dos grados centígrados. Ese es un objetivo político, pero establecido por el mundo científico como umbral de peligrosidad.