Gasteiz - Un mes después de que saliera a la luz, la consejera de Educación, Cristina Uriarte, reconoció falta de coordinación con el Ministerio Fiscal en el caso del profesor de Infantil que el 23 de octubre fue apartado de la ikastola de Gasteiz en la que trabajaba, cuatro meses después de que la Fiscalía de Araba hubiese abierto una investigación contra él por presuntos abusos sexuales contra varios menores de entre tres y cinco años.

Esta es casi la única novedad de la Comisión parlamentaria celebrada ayer para aclarar la gestión de Educación. No obstante, Uriarte defendió en los mismos términos que hasta ahora la actuación de su Departamento y anunció que en el “primer semestre” de 2016 se aprobará el primer protocolo antiabuso para “garantizar la máxima eficacia” contra estos supuestos que, según la exconsejera Isabel Celaá (PSE), se producen en todas las legislaturas. La diferencia, dijo Celaá, “es la respuesta” que se da a ellos.

“Hemos actuado lo mejor que hemos podido con la información que teníamos. Si hubiéramos estado más coordinados igual podíamos haberlo hecho mejor”. Así se defendió Uriarte de la oposición, que cargó duramente contra ella y contra la delegada de Educación en Araba, Blanca Guerrero. Según todos los grupos de la Cámara, excepto el PNV, la intervención del Gabinete Uriarte habría incurrido en “negligencia”, “falta de sentido común”, “opacidad” o “ contradicciones” y habría provocado una sensación de “desamparo” y “falta de calor” en la familia” de la niña de tres años que en 2013 interpuso la primera denuncia contra el sustituto que no prosperó por falta de pruebas y con el que “desgraciadamente” ha vuelto a coincidir este año en la ikastola a la que solicitó ser trasladada. Más allá de esta “coincidencia lamentable”, como la calificó Uriarte, la clave de la Comisión de ayer era saber si la Fiscalía informó a la delegada de Educación en la reunión del 20 de octubre que en verano había abierto una investigación contra el docente, tal y como sostuvo el fiscal. Tanto Guerrero como Uriate negaron este extremo, lo que explica por qué no se apartó antes al docente. Guerrero declaró que la Fiscalía le dijo que “no había caso”, a lo que Uriarte añadió que se enteró oficialmente de ello por el Fiscal Superior del País Vasco, al que llamó un día después de que el caso de presuntos abusos saltase a los medios. - DNA