En 1990 lanzó una teoría del origen del universo sin Big Bang. ¿Cómo puede ser?
-Depende de a lo que se le llame Big Bang. El universo está en expansión, es una explosión. Está claro que esa explosión está ahí y, si uno llama a eso Big Bang, no hay nada que decir. En la teoría llega un momento inicial, que se llama singularidad inicial, que es el momento de la explosión. Ahí las cosas se hacen infinitas y hay algo que no entendemos. Todos pensábamos que, debido a la Teoría General de la Relatividad, esa singularidad inicial era inevitable. Mi aportación fue que encontré soluciones de las ecuaciones en las que se evitaba la singularidad inicial sin violar ninguna de las condiciones fundamentales. Fue una sorpresa muy grande porque la gente, como yo mismo, pensaba que eso era imposible.
Y en 2007 planteó que se está ralentizando el tiempo.
-Una de las líneas básicas que usan los científicos que se dedican a aunar las interacciones es lo que se llama la Teoría de Supercuerdas. Esa teoría solo es consistente si el universo tiene diez dimensiones en lugar de tener el tiempo y otras tres dimensiones. Nosotros podríamos vivir en lo que se llama una membrana, que tendría una más tres dimensiones, pero que estaría metida en un universo más grande. Ese universo más grande se puede doblar y hacer muchas cosas con él. Entonces, perfectamente sería posible que se torciera de tal manera que sería como empezar a correr a la velocidad de la luz. Es un juego, pero nos dimos cuenta de una cosa que tiene su interés. Si eso ocurriera, los que vivimos dentro de la membrana, interpretaríamos que la expansión del universo se está acelerando.
¿A los de su gremio no les molesta que acudan a ustedes con preguntas sobre la vida inteligente extraterrestre, los viajes en el tiempo y la religión?
-Nos lo tomamos amigablemente. Preferimos que nos pregunten cosas a que nos ignoren, que es lo que suele pasar. Si ahora mismo no fuera el centenario de la Teoría General de la Relatividad, estaríamos absolutamente ignorados y eso pasa con la ciencia en general. Aunque os pueda parecer que las preguntas nos van a resultar poco interesantes, no es verdad. Lo que queremos es que nos pregunte la gente. Para eso nos hemos dedicado a aprender cosas.
¿Dedicándose a comprender el universo con la ciencia siguen teniendo hueco para la religión?
-Depende de la persona. Yo conozco científicos de todas las religiones que dan sus conferencias sobre la edad del universo perfectamente científicas y luego tienen sus creencias en el Corán, la Biblia, etc. Algo que no cuadra en absoluto. Es como si fuera otro mundo aparte. Luego es cierto que estadísticamente hay mucha más gente agnóstica y atea en el mundo de la ciencia que en el mundo general. Como ya le dijo Laplace a Napoleón: Es una hipótesis innecesaria.
Vida extraterrestre inteligente, religión y viajes en el tiempo. ¿A qué dará antes una respuesta definitiva la ciencia?
-Creo que a lo de los extraterrestres. Esa será pronto. Hay muy pocos científicos que sepan cómo es el universo que piensen que no existe vida fuera de nuestro sistema solar. Luego, que sea verde, tenga ojos y todo eso, probablemente no tenga el más mínimo sentido. Nosotros hemos evolucionado aquí porque el sol es así y tenemos unos ojos que nos permiten ver la luz que emite el sol. En otros sitios serán como se hayan tenido que adaptar. Pero si uno sabe la cantidad ingente de galaxias, estrellas y planetas que hay, es muy difícil pensar que no hay vida extraterrestre. Creo que eso será lo primero que contestaremos por varias razones. Primero porque ya conocemos muchos planetas extrasolares y, en un momento dado, vamos a ser capaces de saber cómo son sus atmósferas y alrededores. Eso nos va a dar una pista de lo que hay por allí. De hecho, a mí me produce mucha más angustia lo contrario: pensar que solamente ha surgido la vida en la Tierra. Me resulta insoportable. Prefiero que la vida sea algo normal que haya pasado en muchos sitios. Respecto al viaje en el tiempo, lo contestará la ciencia, pero no sé cuándo ni en qué sentido. No sabemos si finalmente nos convenceremos de que es imposible viajar a nuestro propio pasado, que parece ser lo lógico. Pero los viajes en el tiempo tienen varias posibilidades. Una cosa es la idea de que me vaya de viaje por el universo y vuelva aquí. Para mí habrán pasado veinte años y aquí habrán pasado 200. Esto es así y se sabe que pasa. Pero eso no es viajar en el tiempo. Lo de las películas, lo de aparecer en el siglo XVIII, creemos que es imposible, pero hoy por hoy no hay una demostración de que sea imposible y la Teoría General de la Relatividad no lo prohibe. Lo de la religión creo que está ya acabado. Para mí está claro, pero veo que para el 90% de la gente no lo está. Lo que haría es meter a la gente en un avión, por ejemplo, y preguntarles qué prefieren: que venga el mecánico a mirarlo o que venga un cura o un chamán a bendecirlo.
¿De qué pregunta le gustaría conocer la respuesta antes de morir?
-Precisamente del tiempo. Una de las cosas que más he estudiado es el tiempo. Es un concepto físico que no acabamos de entender. Y no sabemos si existe o no existe de verdad. Ya lo decía Einstein, que no existía, que era una realidad inexistente pero que era muy persistente porque la sentías. Me gustaría entender eso. Me gustaría vivir mucho más tiempo para que alguien, algún día, me dijera la respuesta: ¿Qué es el tiempo?