Las ikastolas nacieron gracias a la valentía, el esfuerzo y la ilusión de un grupo de personas que vieron claro que la supervivencia del euskera en Navarra se jugaba en las escuelas. Su puesta en marcha modernizó y revolucionó la enseñanza de la época. Y es que estos centros fueron un referente en innovación desde sus inicios, hace ahora medio siglo. Apostaron por la enseñanza mixta cuando nadie lo hacía, impulsaron un sistema de gestión cooperativo, con las familias como protagonistas, y situaron al euskera en el centro de la educación.

“Las ikastolas nunca han tenido el viento a favor. No han andado por autovías sino por estrechos caminos y pese a todo nadie ha tirado la toalla. Siempre se ha mirado hacia adelante, y gracias a muchas personas las ikastolas son hoy un modelo educativo exitoso, de calidad contrastada y con una enorme fuerza interna”, asegura el periodista y expresidente de San Fermin ikastola, Fermin Erbiti, autor del libro La realidad de un sueño (y su versión en euskera Ametsa egia). “Porque los sueños pueden convertirse en realidad y esta es la mejor lección de estos 50 años de existencia de las ikastolas navarras”, remarcó. La obra de este periodista pamplonés relata la trayectoria de las ikastolas navarras. Se trata de un libro conmemorativo del 50º aniversario de un movimiento, el de las ikastolas, lleno de nombres propios, testimonios y anécdotas, que arranca a finales del siglo XIX con la Asociación Euskara, que vio florecer sus primeros frutos en los años de la República con el nacimiento de las tres escuelas vascas, e incluso durante la dictadura tuvo, como dice Erbiti, “rayos de luz” que sirvieron de acicate para que un grupo de euskaltzales lograran abrir la primera ikastola, Uxue, el 23 de octubre de 1965.

A partir de entonces, el movimiento ikastola fue imparable. En Navarra llegó a haber 40 centros (muchos solo hasta los 6 años), según recuerda Erbiti, y desde hace varias décadas existen quince ikastolas distribuidas a lo largo y ancho de la geografía. “Cada una de ellas tiene un capítulo en el libro donde se recuerdan sus datos principales, trayectoria y un reportaje con fotos y un testimonio de un miembro de la ikastola”, explica.

Antecedentes La primera ikastola celebra este año su 50 cumpleaños, sin embargo, para entender su nacimiento hay que remontarse a finales del XIX. En este siglo, tal y como recuerda Erbiti en el libro, el euskera tuvo una gran pérdida territorial. En pocos años desapareció de la zona media para refugiarse en el norte. Ante esta situación un grupo de intelectuales, entre los que destacan Arturo Campion, Florencio Ansoleaga o Juan Iturralde y Suit, impulsaron la Asociación Euskara de Navarra/Nafarroako Euskara Elkargoa. Su filosofía, su esfuerzo por mantener la lengua vasca, especialmente en Pamplona, inspiró a quienes le sucedieron. El precedente de las actuales ikastolas son las denominadas escuelas vascas, que nacieron en la década de los años 30.

La sublevación de 1936 cortó de raíz todas las iniciativas para potenciar la lengua vasca. Sin embargo, en medio de este ambiente, recuerda Erbiti en su libro, “hubo un motivo para la esperanza en lo referente a la enseñanza de la lengua y, en concreto, en la dirigida a adultas”. La Academia del Euskera creada por la Diputación en 1950 y la sección a favor del euskera creada en la Institución Príncipe de Viana cuatro años después fueron, en opinión del periodista, “dos rayos de luz en la larga noche del franquismo”.

De Uxue ikastola surgieron las dos ikastolas más grandes de Navarra: San Fermin y Paz de Ziganda. Pero un año antes, en 1969, echaron a andar los centros de Etxarri y Tafalla. En 1970 se crearon las de Lizarra y Baztan, en 1971 la de Altsasu y tres años después tomaron el testigo las de Bera y Lesaka. Entre finales de los 70 y comienzos de los 80 se crearon las de Zangotza, Viana, Jaso (Iruñea), Lumbier y Tutera, y la quincena se completa con la de Lodosa, que data de 2001. “Son centros de calidad, que sitúan al alumno en el centro de la enseñanza, apuestan por el plurilingüismo, la innovación y valores como la solidaridad, la ecología y la tolerancia”, concluye Erbiti.

Gala. El Zentral Kafe Teatro de Iruñea acogerá hoy, a partir de las 20.00 horas, una gala para celebrar el cincuenta aniversario de la creación de la primera ikastola navarra y homenajear tanto a sus impulsores como a aquellos otros que cogieron el testigo y crearon otros centros.

Autoridades. Intervendrán Pello Irujo, presidente de la Federación de Ikastolas de Nafarroa; Joseba Asiron, alcalde de Iruñea, y José Luis Mendoza, consejero de Educación del Gobierno navarro. Estarán presentes representantes de los ejecutivos de Iruñea y Gasteiz, y de diferentes entidades relacionadas con el euskera y la cultura vasca.

Quince ikastolas. Gracias al trabajo de 50 años, hoy hay un total de 15 ikastolas en Nafarroa, en las que estudian 6.500 alumnos, con 4.200 cooperativistas y 610 profesionales.

Pioneras. El director de la Federación de Ikastolas de Nafarroa, Josu Reparaz, destaca que estos centros educativos fueron “pioneros” a nivel pedagógico, lingüístico, en el sistema de gestión y en impulsar la educación mixta. “Somos una iniciativa consolidada, que tiene un lugar en la sociedad”.