El Partido Popular Danés (DF), segunda fuerza parlamentaria y principal aliado del Gobierno liberal, ya se ha puesto en alerta y pedía ayer restaurar los controles fronterizos con Alemania por el aumento de refugiados de países en conflicto llegados desde este país. Unos trescientos migrantes, según la Policía danesa, llegaron pa pasada noche en barco al puerto de Rødby desde el país vecino, que hace unos días permitió de forma excepcional la entrada y paso de refugiados, la mayoría sirios, que permanecían en Hungría. “Es una consecuencia natural de que Alemania impulse una política irresponsable. El Gobierno danés debe pedir al alemán que cambie su curso y que los alemanes tengan más consideración hacia los países vecinos de la que muestran ahora”, declaró Martin Henriksen, portavoz en política de inmigración del DF.

El líder de esta fuerza de corte xenófobo, Kristian Thulesen Dahl, había pedido en las redes sociales controles temporales o permanentes porque el tratado de Schengen “se ha derrumbado”.

El Partido Popular, que reclamó también endurecer la política de inmigración, ya forzó hace cuatro años al anterior Gobierno de derechas a implantar controles fronterizos, pero las dudas de la Comisión Europea y el posterior triunfo electoral del centroizquierda hicieron que el experimento durase solo unos meses.

La ministra de Integración danesa, Inger Støjberg, rechazó la propuesta del DF, apelando a que la situación no ha alcanzado la gravedad necesaria, aunque reiteró el rechazo del Ejecutivo a que Dinamarca reciba más refugiados por el sistema de cuotas de la Unión Europea (UE).

El Gobierno danés inició ayer una campaña de anuncios en diarios libaneses y medios sociales en el extranjero para informar de los recientes recortes en las ayudas a refugiados. La medida, que según el Ejecutivo pretende disuadir a los traficantes de personas, ha sido criticada con dureza por varias fuerzas de la oposición.

Dinamarca fue en 2014 el quinto país de la UE en número de solicitantes de asilo (unos 14.000), aunque lejos de los 81.300 recibidos por la vecina Suecia (la mayor cifra relativa), que tiene una política de inmigración mucho más abierta. Suecia es, después de Alemania el segundo objetivo mayoritario de los refugiados que están cruzando Europa.

La llegada de esta ‘columna’ de refugiados apunta a ser el inicio de un movimiento masivo hacia el país escandinavo. - Efe