BILBAO -Los agentes de tráfico de la Ertzaintza contarán desde hoy con la tecnología más avanzada en lo referente a radares móviles. La Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco ha incorporado tres dispositivos láser -uno por cada dirección provincial-, que permitirán a los agentes efectuar los registros desde una mayor distancia y obtener resultados más fiables. “Creemos que nuestro deber es incorporar progresivamente nuevas y mejores tecnologías para potenciar la seguridad vial”. Con estas palabras abrió el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, la rueda de prensa en la que él y el responsable del centro de Gestión de Tráfico de Euskadi, Jon Aizpurua, presentaron ayer sus flamantes adquisiciones.

Los nuevos radares serán capaces de registrar velocidades con un alcance de entre 15 y 1.200 metros, aunque Zubiaga precisó que la distancia más adecuada para asegurar la fiabilidad de los resultados es de 200 metros. Este mayor alcance de registro revertirá positivamente en la seguridad de la ciudadanía y de los propios agentes porque no obligará a los policías a situarse en los márgenes del arcén, práctica que puede conllevar riesgos.

Son dispositivo más compacto, lo que permitirá a los agentes utilizarlos en espacios a los que hasta ahora no se tenía acceso, como vías secundarias o zonas residenciales. Los radares podrán emplazarse de forma fija en un vehículo, o funcionar de forma autónoma situados sobre un trípode, pero requerirán siempre del manejo de un operario de la Ertzaintza. “No se trata de esconder aparatos -matizó Zubaga-. Los radares van a estar siempre visibles y los operarios vestirán indumentaria de alta visibilidad”.

La Dirección de Tráfico instalará también siete nuevas cabinas de radar fijo, que comenzarán a funcionar después del verano. De esta forma, las carreteras vascas pasarán de tener 57 cabinas a 64, una decisión tomada después de concluir “que no existían mejores alternativas para reducir la accidentalidad de algunos puntos”, explicó Zubiaga.

Los nuevos radares estarán ubicados en la AP-8, en los puntos kilométricos 46 y 57 en dirección a Cantabria; en la AP-1 en el kilómetro 29,5 (hacia Burgos), 62 y 64 (hacia Francia); y en la AP-68 en el paso de Subijana, en ambas direcciones. “El objetivo de los radares no es, en contra de la opinión extendida, poner multas -matizó Zubiaga-. Nosotros seremos felices el día que anunciemos que hemos puesto cero multas, porque eso querrá decir que la concienciación ha surtido efecto y todo el mundo respeta los límites”.

Operativo especial “Este verano asistiremos a una subida del 3% del tráfico internacional en nuestras carreteras respecto al año anterior”, explicó Zubiaga. En total, las vías vascas serán protagonistas de más de tres millones de desplazamientos. Por eso, la Dirección General de Tráfico ya ha puesto en marcha un operativo especial que será intensificado en los períodos de mayor afluencia de tráfico rodado en Euskadi: los últimos fines de semana de julio, protagonistas de la operación salida, y la segunda quincena de agosto, en la que una importante masa de viajeros afronta el regreso a sus hogares.

Entre las medidas que conforman ese operativo destacan las mejoras en la señalización en el peaje francés de Biriatou, para evitar las continuas retenciones de cada año por estas fechas, y las operaciones de balizamiento en puntos críticos para facilitar el paso del flujo internacional.