luxemburgo - Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) aprobaron ayer la primera fase de su nueva operación naval en el Mediterráneo contra las mafias que trafican con migrantes que intentan llegar a Europa. La misión EUNavfor Med pretende actuar contra el modelo de negocio de estas redes ilegales, y su primera fase consiste en intercambiar información y patrullar en alta mar para detectar a los traficantes. Los ministros aprobaron esta operación como un punto sin debate en el Consejo que celebraron ayer en Luxemburgo, ya que la medida había sido acordada por los embajadores la pasada semana. “Que quede claro que el objetivo no son los migrantes, son los que se están lucrando” con el tráfico ilegal de personas, indicó en una declaración a la prensa la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini.

Mogherini indicó que esta medida forma parte de una “estrategia más amplia de la UE” para hacer frente a los problemas migratorios y confió en que los líderes de la Unión tomen decisiones al respecto en la cumbre que celebrarán esta semana en Bruselas. La alta representante comunitaria pidió también fijarse en la situación en la que se encuentran los países de origen de los migrantes y actuar de raíz en el problema.

sin mandato de la onu Según fuentes comunitarias, la fase de la operación que aprobaron ayer los ministros no implica acciones que necesiten un mandato de las Naciones Unidas ni el consentimiento de las autoridades de Libia, país sumido en una profunda crisis política del que actualmente parten mayoritariamente las embarcaciones que utilizan las mafias de tráfico de personas. La misión EUNavfor Med, puesta en marcha ante las cada vez más frecuentes tragedias migratorias en el Mediterráneo, está compuesta de otras dos fases que, por el momento, no han sido validadas por los ministros. Mogherini dijo que se irá viendo si se dan “las condiciones para la transición” a las otras dos fases.

La segunda fase consistiría en abordar, capturar o desviar los barcos sospechosos que se aproximen a Europa en el caso de que no tengan pabellón o si se cuenta con el permiso del Estado representado en su bandera en aguas internacionales (o en las territoriales del país concernido en tanto se cuente con su permiso o con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU).

La tercera y última fase implicaría tomar “todas las medidas necesarias” contra las embarcaciones y los activos, como “desecharlas” o dejarlas “no operativas” en el territorio del Estado costero concernido, de acuerdo con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU o el consentimiento de dicho país. La UE ya ha solicitado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas una resolución para llevar a término completamente su operación naval.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, almorzará con los ministros comunitarios para abordar entre las dos instituciones la cooperación en crisis internacionales, entre las que podría figurar Libia.

La UE también apoya los esfuerzos del enviado especial del secretario general de la ONU para Libia, el español Bernardino León, de cara a facilitar la formación de un gobierno de unidad en ese país. Actualmente Libia tiene un gobierno reconocido internacionalmente en Tobruk y otro rebelde en Trípoli, y la UE considera importante que todas las partes se pronuncien sobre la misión que quiere poner en marcha.

sanciones a rusia Los ministros de Exteriores tambien aprobaron ayer oficialmente ampliar hasta el 31 de enero de 2016 las sanciones económicas impuestas a Rusia por su papel en la crisis en el este de Ucrania, para que se cumpla el acuerdo de paz de Minsk para esa región. “La UE ha extendido las sanciones económicas contra Rusia hasta el 31 de enero de 2016, con vistas a una completa implementación del acuerdo de Minsk”, indicaron fuentes comunitarias. El consejo de ministros de Exteriores comunitario aprobó esta medida como un punto sin debate en su reunión de ayer, ya que había sido pactada previamente a nivel de los embajadores de la UE. Este tipo de medidas restrictivas impuestas a Rusia en julio de 2014, que afectan a los mercados de capital, defensa, productos de uso dual y tecnologías sensibles, tenían una validez de un año y la UE debía decidir antes del fin de ese plazo si optaba por renovarlas o levantarlas.

Los líderes de la Unión habían decidido en la cumbre del pasado marzo vincular “la duración de las sanciones económicas contra Rusia a la completa aplicación” de los acuerdos de paz de Minsk en el este de Ucrania, “teniendo en cuenta que esto sólo está previsto para el 31 de diciembre de 2015”. Los ministros de Exteriores adoptaron ayer las actas legales para hacer efectiva esa ampliación de las sanciones. En concreto, las sanciones impiden a personas o entidades europeas comprar o vender nuevos bonos, acciones o instrumentos financieros similares con un vencimiento superior a 30 días, y que fueran emitidos por cinco grandes bancos estatales rusos, sus filiales fuera de la UE o quienes actuasen en su nombre o bajo su control. Estas entidades bancarias rusas son: Sberbank, VTB Bank, Gazprombank, Vnesheconombank (VEB) y Rosselkhozbank.

Se aplicaría el mismo principio a acciones o bonos emitidos por tres principales compañías energéticas y tres grandes firmas de defensa rusas.

Las medidas también vetaron los servicios relacionados con la emisión de esos instrumentos, así como el corretaje, y prohibieron que personas o empresas europeas proporcionaran préstamos a esos cinco grandes bancos estatales rusos.