El Hospital La Arruzafa de Córdoba implantó un ojo biónico y devolvió parte de la visión a una mujer ciega desde hace casi tres décadas, siendo ésta la segunda intervención de este tipo que se lleva a cabo en España tras una practicada el pasado año en Barcelona. Así lo destacó ayer el director médico del centro oftalmológico, el doctor Juan Manuel Laborda, quien señaló que el Hospital La Arruzafa se ha convertido en uno de los pocos del mundo en realizar este procedimiento, del que se benefició Josefa Jiménez, de 62 años, que ha recuperado parte de la visión gracias a esta innovadora técnica.
Se trata de un hito para la historia de la medicina que ha logrado que la paciente natural de Córdoba, haya podido celebrar el 15 de junio su 62 cumpleaños viendo las velas que tenía que apagar, algo que no podía hacer desde la década de los 90 cuando perdió la visión en ambos ojos tras sufrir una enfermedad hereditaria y degenerativa, la retinosis pigmentaria.
200.000 euros La intervención, cuyo coste ha sido de 200.000 euros, se llevó a cabo el 27 de abril y consistió en el implante, mediante acceso al globo ocular, de un dispositivo capacitado con nanotecnología y dotado de 60 electrodos que tienen como misión estimular la conexión que llega desde la retina hasta el cerebro, con el objetivo de que éste reciba señales visuales que permitan subsanar la pérdida degenerativa del campo visual.
La cirugía que se le practicó, y de la que esperan beneficiarse otros siete candidatos en el Hospital La Arruzafa, consiste en “implantar un chip con electrodos en la mácula, en el centro de la retina, para que estos sean estimulados con un sistema que va por fuera del ojo a través de una videocámara”, según explicó el oftalmólogo Juan Manuel Laborda, que fue también el máximo responsable de la intervención. En esta línea, Laborda señaló que “la mayor dificultad ha residido en el implante, en mover todas esas piezas alrededor del ojo sin dañarlas, porque es un sistema muy sofisticado de electrodos y filamentos. Los movimientos deben ser muy precisos”.
Por otro lado, según aclaró, “a nivel emocional, la intervención impacta mucho, por lo que significa, por lo que estás haciendo y cómo lo vas a hacer. Se necesita mucho personal y un equipo alrededor muy cualificado y pendiente de que todo salga según lo previsto”. Se trata, según resaltó, de “una cirugía que no se puede olvidar y que esperamos repetir muchas veces. La intervención, pese a que fue larga (casi cinco horas), salió muy bien”.
Para poder repetirla con los candidatos mencionados, que forman parte de las 800 personas que en España padecen la retinosis pimentaria y están ciegos, el Hospital La Arruzafa, que corrió con los gastos en el caso de Josefa Jiménez, precisa financiación, “de fundaciones o bancos”, teniendo en cuenta que, como ya disponen del software y del hardware preciso en el centro, las siguientes intervenciones tendrían un coste de 120.000 euros cada una. Además, ya hay ensayos para aplicar esta técnica, “en dos o tres años”, a personas que padecen degeneración macular, unos dos millones en España. - E.P.