MADRID. Según ha informado hoy la Dirección General del cuerpo, el casino, ubicado en la calle Menéndez Pelayo, operaba sin ningún tipo de autorización administrativa de la Comunidad de Madrid y estaba registrado como club de fumadores, escuela de póquer y de deportes mentales.

Cada día se desarrollaban en el local partidas de póquer en las modalidades de torneos y cash, lo que requería una inscripción previa de 50 euros.

Las investigaciones comenzaron tras las denuncias de empresas de juego autorizadas y de particulares, que señalaron un sótano de un edificio de la citada calle, lo que fue notificado a las autoridades de la Comunidad de Madrid, que solicitó al juez un auto de entrada en el inmueble.

Durante las indagaciones previas los agentes comprobaron que el acceso al lugar estaba muy controlado, que los jugadores necesitaban una invitación previa y que eran recibidos a su llegada por un empleado que hacía las veces de portero.